Estamos todos muy felices porque ya estamos llegando. ¡Esto es maravilloso!¡Todo se siente más puro aquí arriba!

Pero lo hermoso fue cuando todos los globos empezaron a elevarse en el aire. El cielo estaba, no sé, es como si nos estuviera esperando, un celeste bellísimo. Y Los colores de los globos tan vivos, tan brillantes sobre ese cielo. En ese momento empezamos a cantar la canción de los cielos.

Si las baterías de las camaras aguantan podrán verlo todo, de todas maneras tendrán nuestras cartas para que sepan algo de nuestro viaje y no lo olviden (el hombre se olvida muy fácilmente de las cosas, dice Xelgon).

Hasta ahora todo marchó bien, solamente Jaqueline se puso a llorar un poco. Yo supe que era por el miedo, así que le recordé las palabras de Xelgon (el miedo es la fuerza movilizadora del hombre).

Se reconfortó cuando vimos al hermano Estelazzi (nuestro tesorero) vaciando los portafolios con el dinero (la perdición del hombre le llama Xelgon). Serpientes verdes caían hacia el mundo de la mentira.

Pero debo terminar ya, estamos llegando. Pronto dejaremos caer estos cuerpos corruptos en la materialidad engañosa del mundo. Nosotros entraremos en la luz.

Xelgon está dando la señal.