La locura de ser amado es la más dulce de todas ellas. La tristeza de la muerte es la más amarga de todas ellas. La suerte de ser correspondido es la más incierta de todas ellas. La riqueza de la sabiduría es la más gratificante de todas ellas.
Texto agregado el 02-02-2003, y leído por 307 visitantes. (4 votos)