Cuento escrito por mi sobrino Ricardo Miguel López Bermúdez del Colegio de Bachilleres, Plantel " Puruarán"

Había una vez en un pueblo escondido un niño sin familia llamado kuki que se la pasaba explorando en la naturaleza y un día hermoso encontró en medio de la nada un lago de agua azul que tenía alrededor cuatro cristales enormes y en el centro una pirámide de luz, era el lago de los Dioses, cada cristal era cuidado y protegido por un Dios y en la pirámide central vivía el Dios del universo .

Al ver ese lago precioso, Kuki ... se quedó asombrado y se preguntaba porqué habían esos cristales y esa pirámide.

En lo profundo de la pirámide el Dios del universo se dio cuenta de que alguien había descubierto su lago y trató de ahuyentarlos, así que se convirtió en dragón y salió a correr a Kuki, al salir el Dios se dio cuenta de que ese niño era el elegido por los Dioses para salvar el Universo, y rápidamente cambio su actitud, regresó a su forma normal y habló con Kuki, le dijo que él era el elegido para salvar el Universo, el niño contestó que como él podía hacer eso, el Dios le dijo que cruzando por cada uno de los cristales y pasando los mundos de bondad.

El niño estaba de acuerdo en salvar el Universo y dispuesto a cruzar el primer cristal, pero antes de irse, el Dios le dijo que había un problema porque nada más tenía una semana tiempo espacio para recorrer los cuatro planetas y que una vez que cruzara el primer cristal empezaría a contar el tiempo. Si no regresaba en siete día la tierra se autodestruiría, pero que esa semana, tiempo espacio, era el equivalente a un año en la tierra.

Kuki se fue a salvar el Universo, cruzó el primer cristal y llegó al mundo duende, todos lo veían como extraño, pues era mucho más grande que ellos y le dijeron que a qué iba. Él les dijo que a pedirles que se fueran a la tierra porque ahí se iban a reunir todas las especies de bondad y hacer una paz eterna. Los duendes lo discutieron ampliamente, terminaron cediendo, pero con la condición que los humanos no les hicieran nada y para lograr eso, tenían que ver al Dios del Universo.

Todos viajaron a la tierra y hablaron con el Dios, él les dijo que todo iba a estar bien y los hizo invisibles, los ubicó alrededor de todos los lagos de la tierra.
Kuki entró al segundo cristal y llegó al mundo de las aves pero se encontró con una gran sorpresa pues la reina hada estaba muriéndose. El niño fue recibido de mala manera, pensaron que les iba a hacer daño, él les dijo que no les iba a hacer nada que sólo iba a encontrar la paz, pero que tenían que viajar a la tierra. Las hadas no estaban de acuerdo porque su Reina estaba enferma y no la podían dejar sola. El niño les hizo una propuesta que decía que si él salvaba su reino, ellas tenían que viajar a la tierra, las hadas estuvieron de acuerdo, así es que kuki entró a la habitación de la Reina, le puso una mano en la frente y se alivió de todos sus males y tuvieron que ir a la tierra.

El Dios del Universo las colocó en los espesos bosques y el niño entró al tercer cristal que era el del mundo de los extraterrestres. Fue muy mal recibido y lo encerraron en el calabozo. Ya iba un tiempo de cuatro días tiempo espacio y él seguía encerrado en el calabozo, finalmente al quinto día logro hablar con el jefe extraterrestre y lo dejaron salir. El niño les dijo a lo que iba y ellos finalmente estuvieron de acuerdo en ir a la tierra, fueron colocados en las nubes para que ahí estuvieran a salvo.

Kuki tenía que entrar al cuarto y último cristal que era la Tierra. El niño le dijo al Dios que cómo iba a ir a la Tierra, si él estaba en la Tierra. El Dios le dijo que solamente entrara y que iba a ser lo más difícil.

Kuki entró al cristal y salió en un mundo azul donde se convirtió en un cisne blanco que paseó por toda la tierra haciendo favores a la gente para que se creyera en él.

En el séptimo día él fue una gran voz que les dijo a los humanos que tenían que ir a la orilla de cualquier lago para poderse salvar. La gente no creía y les dijo que se acordaran del cisne que los estuvo ayudando y lo hicieran por él.

La gente por fin se dirigió al agua pero faltaba un viejo egoísta que no se quería mover de su casa, pero empezó a recordar a sus hijos y se le ablandó el corazón.

Se fue al lago y cuando ya todos los humanos estaban reunidos, la pirámide empezó a brillar y los mundos empezaron a formar una gran masa y se hizo un mismo mundo de gran naturaleza y un cielo azul.

Todos viajaron a ese mundo, pero al llegar allá un Demonio también había llegado al mundo de bondad y atacó a Kuki ferozmente, pues decía que si él moría el mundo y toda la bondad moriría. Le clavó una espada en el pecho y el niño cayó muerto. Al ver eso, el Dios se dejo ir a Kuki seguido por los demás Dioses, dándole nuevamente la vida.

Los Dioses murieron pero Kuki siguió vivo con una fuerza y un gran poder.

Kuki abrió un portal en el cielo que era la entrada a las tinieblas. Arrojó al Demonio y después lo cerró.

Todos quedaron bien y Kuki dio gracias a los Dioses que le habían devuelto la vida.

El niño fue nombrado por todas las especies, “ Jefe del nuevo mundo” y la paz duró por siempre.

Las especies se mezclaron y todos vivieron felices para siempre.