- Malditos, malditos… por favor mi amor no te mueras.
Por lo menos no todavía, falta tan poco para la boda y yo ya tengo el vestido comprado. No, concéntrate Martina, debes llorar para cuando llegue la policía o van a pensar que tienes algo que ver; vamos piensa en algo triste, cualquier cosa.
- Auxilio, policía.
Se habrá escuchado real el grito. Ya po’, alguna lágrima se quiere asomar o debo peñiscarme tal vez.
- Alguien me ayude, se está muriendo mi novio.
Ni siquiera traje mi celular y a él se lo robaron. Que manera de llover, justo ahora…