Me mirás, te quedás callado, yo grito, te insulto y vos, seguis callado....
Estamos ahí, tirados en algún lugar discutiendo una de las mentiras que te dije. Sí, te dije una, dos, cinco, cien mentiras, y no me importa, si naciera mil veces, mil veces te engañaría, te mentría y así mismo vos me amarías, porque así es, yo miento y vos, por eso, me amás.
Sin embargo, hoy estamos acá, yo hablando, explicando y vos callado, "como distante" escuchandome. Temo que no me perdonés y que hasta acá llegue este eterno carrusel en el que vivimos desde ese día en que decidí mentirte y vos me creiste.
El carrusel para, me bajo, te bajás... me mirás y sin palabras decidimos volvernos a montar a este enterno sube y baja en el que apesar de mis mentiras, sólo cabemos vos y yo.
Al final, siempre, sólo vos y yo. |