Y si un día desidiera no enamorarme más.
El escudo de mi corazón no te dejará entrar.
Me regalarán palabras bellas, dulces, deliciosas
Yo me encargaré de convertirlas en cenizas
para despues ponerlas en una oscura botella
y arrojarla al mar a naufragar en una muerte bella.
Si cupido se atreviera a pasar cerca de mí
esta vez la flecha lo atarvezará, será su fin
en segundos será un despojo, ya no me hará sufrir.
Las hojas de tu margarita a mi lado se secarán.
Los besos que no nos dimos de nadie serán
Una gota de mi esperma pronto contaminará
la última esperanza de volverme a enamorar.
Texto agregado el 22-02-2006, y leído por 143
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