El dolor que más duele
Duele, golpearse la cabeza con la punta de la mesa, duele, morderse la lengua, duelen los cólicos, las uñas enterradas en el pie.
Pero lo que más duele es extrañar..
Extrañar un amigo de la infancia. El gusto de una fruta que no se encuentra más. Al perro que ya murió. Extrañar a un amigo imaginario, que nunca existió. Extrañar una ciudad en la que ya no vives. Extrañar uno mismo, y recordar que el tiempo no perdona.
Duelen todas esas melancolías..
Pero la melancolía más dolorosa es la de a quien se ama...
Extrañar la piel, el olor, los besos. Extrañar la presencia, y hasta la ausencia consentida. Podías ir para la oficina y ella para la suya, pero sabían donde están. Podías estar el día sin verla, más sabrías que habrá un mañana.
Pero cuando el amor de uno acaba, al otro le sobra la melancolía que nadie sabe como detener.
Extrañar es no saber..
No saber más si ella continúa engripándose en invierno.
No saber más si ella continúa con los dolores de estómago.
No saber si ella todavía usa el reloj que le regalaste.
Si ella continúa haciendo pasteles de chocolate, si ella continúa sonriendo, si continúa bailando, si continúa estudiando, si continúa amándome.
Extrañar es no saber......
No saber qué hacer con los días que son más largos, no saber cómo encontrar tareas que paren los pensamientos, no saber cómo frenar las lágrimas delante de una canción, no saber como vencer el dolor de un silencio que nada satisface.
Extrañar, es no querer saber si ella está con otro, y al mismo tiempo querer.
Es no querer saber si ella está feliz, y al mismo tiempo querer.
Y no querer saber si esta más flaca, si está más linda.
Extrañar, es nunca más saber de quien se ama, y así mismo, doler..
Glanton
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