Algo cambió desde aquel 4 de Noviembre, y sabía que nada volvería a ser lo mismo.
Tarde fría, destemplada, no podía ser de otra manera; te habías ido, y con vos se fue mi infancia, mi adolescencia y parte de mi juventud.
Estas etapas de mi vida están ligadas a vos, y recordarlas me remiten a caricias, miradas de infinita ternura, largas tardes de mate y novelas, aromas a albahaca y sopitas de invierno.
Saber que yo era una de las razones que alimentaban tu existir me daba una extraña sensación de importancia, me sabía tu preferida.
No me contaste cuentos en camisón, pero me contaste tu vida, que para mí fue el más hermoso de los cuentos... Te alegraste como nadie con el nacimiento de mis dos hijos, y a partir de ése momento fuimos tres tus preferidos.
Te recuerdo siempre, con tu batón y tu mate en la mano, siempre calentito, tu pelo canoso y tu enorme cara de Abuela.
Te extraño.
P.D:No sé mucho de literatura, pero esto proviene del Corazón. ¿Vale? |