CURSILADAS
-…y claro, lo que tenía que decirte no podía hacerlo ahí dentro, con tanto ruido y eso. Pues veras, te veía ahí, rodeada de tanta gente, gente distinta; bueno chicas distintas entre si…, pero en el fondo todas iguales… Excepto tú. Te miro y veo dos estrellas que adornan un hermoso rostro, unos cabellos dorados, lacios y sedosos como el agua y una piel…, tan lisa y rosada como la que seguramente tendrían los ángeles si existieran. Te pensarás que esto es sólo palabrería, que realmente no pienso así, pero te equivocarías; si en ti cupiese equivocación posible, pues para mí eres la diosa que ilumina mi camino, y por eso te he traído aquí, al amparo de la noche, bajo la luna, para resguardarnos del atronador ruido y encontrar un momento…
-Bueno nene… ¿follamos o no follamos? |