Los encontró rígidos, en una extensa línea de dolor sobre la cama. Con una sola mirada vio que todo estaba como antes. Sin inmutarse, tomó la llave que colgaba del cuello de su madre para abrir ese cajón prohibido. En donde nunca pudo encontrar el testamento...
Texto agregado el 26-11-2003, y leído por 465
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Lectores Opinan
29-11-2003
Si alli no estaba el testamento. ¿Que había para ir con tanta avidez a abrirlo nuevamente? ¡Ah! y creo humildemente que la extesion de los trabajos personales es del gusto del escritor y no las del lector. La critica es muy buena y debe ser recibida con buen agrado. FranLend
26-11-2003
Anna, ya una fans incondicional
Q bien escribes, mis saludos y petons,
Ahhh¡¡¡¡mis estrellas monilili