Realmente no se lo que podía esperar de ella, aquella noche
No solo las palabras hacían que mi descanso no fuera tal, mi vida se fue secando
Y no puedo quitarte de mi mente, son los malditos sueños, en los que los recuerdos
De una felicidad de antaño viene a mi mente en ella solo los recuerdos de una póstuma felicidad pasada.
No se lo que esperaba aquella noche, quizás solo que amaneciera para que al fin pueda dejar de pensar en mi vida, o dejar de pensar en ella, quien es la causante de mi sueños, el demonio de mis pesadillas, no buscar, eso siempre me repetía, todo llega, le escuche decirlo mas de mil veces; las luces se apagaron, el salio eh ilumino, la sombra, los pasos, ojos cerrados, y la espera, dulce, amena, solitaria.
La noche, el día, las horas, las espera, solo dijo no buscar todo llega, las horas sucedidas no decían nada, las palabras en mi mente eran tan confusas como mis sentimientos, observé a un perro acostado a mi lado que se desperezaba de una siesta, veía su simple vida, una mirada desde un punto de vista extraño, blanco y negro, grises, ningún color nada brillante y una luz que se acerca, ya llegaba a su fin.
El sol volvió a brillar, el sudor, en mi frente era frió, el calor de la habitación, la tenue luz me izo saber que la luz del día no era un sueño, no quería levantarme las fuerzas no me acompañaban, a pesar de sentirme mas liviano que el aire, me vi en la cama acostado la gente a mi lado, solo vi mis ojos mirándome y no entendía lo que me decía nadie presto atención, las palabras me decían, no busques todo llega.
kay
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