Copérnico, no pierdas tu tiempo, ellos jamás darán su brazo a torcer, no trates de cambiar el sentido de sus soles y estrellas, desmiéntete, permite que hagan oprobiosos surcos en tu espalda con sus azotes furiosos, arrepiéntete, asiente, calla, abre las puertas de tu imaginación sólo para acariciar la soberbia de aquellos que atesoran su manoseada verdad bajo negros faldones, témele a esas fórmulas tuyas que te conducirán al despeñadero, silencia tu lógica y sé obsecuente con la de ellos, anúlate, sé nadie, súmate a las hordas que todo lo destruyen y que levantan deidades según sus caprichos.
Copérnico, silencia tu sangre voluntariosa, ellos no te escucharán y se enceguecerán con sus amañados sistemas, al fin de cuentas, tienen razón en que son el mismísimo centro del universo aunque el sol, las galaxias y la física cuántica se empecinen en desmentirlos…
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