Dime qué tienes, qué ocultas en tus entrañas.
No entiendo que fuerza suprema llevas dentro
para lograr que de un plumazo me transforme.

Sin pensar paso de la calma a la locura
poderosa fuerza que me deslumbra,
me somete y me arrebata la armonía.

Haces que me vuelva huracán
sin ningún tipo de freno,
de tope, ni límite que me apacigüe.

Me revuelco en tus palabras
en tus frases cargadas de sublime aliento,
ese empujón que invade cuerpo y mente.

No distingo lo correcto,
no sé diferenciar entre el bien y el mal:
cuando estás cerca, me confundes entera.

Mírame a los ojos y déjame elegir
dame la posibilidad de escapar de tu abismo;
y si esto no fuera posible, húndeme contigo.

Arrójame sin titubeos al mar de tu delirio
quémame en tus ascuas, incéndiame de ti.
Abrásame hasta rendirme, sin conciencia.

Hazlo todo, de un golpe seco;
termina de poner patas arriba mi mundo,
hazlo de una vez, arrasa con todo.

Quiero ser cómplice de tus arrebatos
ahogarme contigo sin contemplaciones,
romperme en mil partes desiguales.

Ven, acércate de una vez por todas
y termina de rematar lo que empezaste;
porque estoy muriendo si no me matas.