Explicación: uno es todo un clásico, y cree que debe haber una introducción. Ante la duda de la conveniencia de incluirla o no, toma prestadas palabras ajenas:
“...el sufrimiento automático del mecanismo y el automatismo
el sufrimiento simétrico de la analogía y el analógico sufrimiento de la simetría
la analítica tortura de la síntesis y la sintética tortura del análisis
o, a lo mejor, el sufrimiento de las partes del cuerpo y de
la perturbación referente a la jerarquía entre los miembros sueltos
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tortura del anacronismo
tortura del modernismo...
el dolor de la estupidez
de la sabiduría...”. Witold Gombrowicz. Ferdydurke.
Con lo que se verá, no expliqué nada. El retrato del Padre Ubú, está ahí porque me gustó. Creo que no hay otra razón. Y, tal vez, pueda relacionarse con lo anterior, en la importancia de la existencia de “ninguna parte”.
“Padre Ubú: Mar orgulloso e inhospitalario que baña el país llamado Germania, llamado así porque los habitantes de ese país son todos primos hermanos.
Madre Ubú: A esto llamo yo erudición. Se dice que este país es considerablemente bello.
Padre Ubú: Ah! Señores! Por bello que sea no vale lo que Polonia. Si no hubiera Polonia no habría polacos!”. Alfred Jarry. Ubú Rey.
Uno podría preguntarse, por que no dejar en paz a los polacos, entonces, surgen una palabras, de alguien a quien yo, en mi infinita ignorancia, creía alemana, pero no, mire usted.
“...La libertad reservada sólo a los partidarios del gobierno, sólo a los miembros del partido, por numerosos que ellos sean, no es libertad. La libertad es siempre únicamente libertad para quien piensa de modo distinto”.
Rosa Luxemburg. Crítica de la Revolución rusa.
Y, se ve, como todo se relaciona con todo, y, acuerda con las sabias palabras de Le Per Ubú. Y, de paso, va quedando claro que no expliqué la introducción (el título, igual, decía, “intento”, no asegura resultados). Aún a riesgo de abusarme, volveré a tomar prestadas unas palabras del príncipe polaco:
“O, a lo mejor, la obra nació de la imitación de obras magistrales?
De la incapacidad para crear una obra normal?
De los sueños?
De los complejos?
O quizá de los recuerdos de la infancia?
O quizá empecé y así, sin más, se me fue la pluma?
De la psicosis del miedo?
De otra psicosis?
A lo mejor, de una bolita?
.......................................... W. G. Ferdydurke.
En resumidas cuentas, nada, salvo, las “relaciones” que podrían llevar hacia un Tambor de hojalata, o, incluso más allá, a “un modesto joven se dirigía, en pleno verano, desde Hamburgo, su ciudad natal a...”.
Pero, en realidad, sólo se trata de unos modestos cuentos (algunos, con sus mil defectos, me gustan), dedicados al Mariscal de la Nobleza, mi Hermano (espero que, al menos, no te aburran).
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