MOCHILAS DE AIRE.





Tu me dijiste

que no me querias

con tu comportamiento.

En el cuadrilatero,

no habia contrincante

aunque te empeñases

en ello.





Quizas me lleve todo eso

cuando me valla.



Las estrellas aparecen

cuando menos te lo esperas.

Las alas nacen

siempre rompiendo pellejos

de la espalda.





Quizas me lleve todo eso

cuando desaparezca.

Y mi calavera

se deshaga en unos cuantos pedazos.

Cuando mi piel ya no sienta dolor

al ser atravesada.

Y mis organos se inclinen sumisos

ante una rueda

que lleva muchos millones de años

dando vueltas.



Al igual que tu.



Por eso, no puedo

culparte.



Quizas me lleve todo aquello

cuando me valla.

Y ya no tenga nombre

ni nada para sujetar

mis visceras.



Entonces el anhelo se quedara

flotando.

Solitario.

De un bonito beso.

De una caricia.

De tenerte entre mis brazos.

Como si los dos fuesemos

bellas criaturas.



Y aquello que debe ser

permanecera sin tener un sitio

donde encajar.



Y todo

lo que debias haber recibido

quedara, como un hueco

profundo. En la estepa

de tus ojos.