Haikú = platillo volador.

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Proyectando emociones se puede subir el nivel energético de la energía del entorno hasta el punto de cambiar las formas de las nubes. Para ese el planeta precisa salir de su estado conformista de sociedad-insecto y atreverse a vivir el reto de una noción de humano en un planeta.

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¿Podría ser que la evolución exista para que alcancemos un punto en el que nos podamos dar cuenta?
¿Y una vez que nos demos cuenta luchar con el conocimiento adquirido con los que nos han estado bloqueando de la posibilidad? ¿Perdonarles? ¿Matarles? ¿Meterlos presos? ¿Exiliarlos del planeta? o ¿Usarlos? ¿Convertirlos en el más maravilloso de los retos? o dicho en voz baja ¿Aprender algo de ellos, aunque sea como contraejemplo? ¿Aprender a reírse de ellos? ¿Encontrárselos en otros planetas? o como los más arrechos de los arrechos ¿Bendecir su existencia como posibilidad de conocer y hacerse la fuerza? o como los corazonales ¿Comprender el maravilloso significado de su existencia?
¿Una puerta accidental?
Si, pero ¿No nos robaron de la mitología? ¿No son criminales?
Sí, pero ¿No nos mutaron? ¿No lo permitimos?
Y el insecto riendo tomando ventaja de todo esto.

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¿Qué tan malo pudo llegar a ser Texcatlipoca?
Y ¿Quetzalcoatl? ¿Qué sabía cuando se fue?