Ya habia imaginado esa situación, ella hecha un mar de llanto, brazos sosteniendola, sus piernas sin la firmeza de mantenerla en pie, abraza a ese feretro donde su gran amor descansaba de la dulce y vinagre vida que habian tenido que vivir, cuantas dificultades que solo el amor logró sobrepasar, cuantas burlas y criticas, cuantas humillaciones,que solo la tibiesa de un hogar podia ayudar a soportar y a olvidar, cuanto lo odiaria por irse y no llevarla con él.
Pero cual diferente, era ahora su realidad, el llanto no acudia a su amparo, el dolor no fluia libremente, nadie estaba a su lado para consolarla, tal vez porque no veian que consolar, mientras todos podian dejar salir sus lagrimas, ella ya escuhaba las odiosas murmuraciones, de que esa muerte no le importaba, pero como culparlos, si fue ella quien despues de colgar esa inesperada llamada dió la noticia, como quien cuenta algo más, sí, recuerda esas palabras "acaba de morir", mientras alguien intento dar un grito desesperado, ella solo replicó "nada de escandalos, a mi no me gusta eso" y siguio tan calmada.
Desde su habitación podia oir los rezos, ella solo había mirado una vez ese rostro, en un tiempo tan expresivo y siempre con una sonrisa a flor de piel, ahora serio por la sombra de la muerte, los vecinos comentaban que era raro que no se hubiera vuelto loca o que tal vez esos eran los primeros sintomas, no lloraba. no rezaba, parecia tan consciente y a la vez alejada de lo que sucedia.
No podía llorar, no podia gritar todo el sufrimiento que en el fondo del corazón tenia amarrado con su recuerdo, no podía aceptarlo, no lo creia, no, no creía que de ahora en adelante tenia que vivir, sin el canto de aquella dulce voz, de que serviría alcanzar sus sueños, si él no estaria allí para compartir sus alegrias y calmar sus tristezas, entonces sin saberlo, decidio no sentir, con el había muerto su sensibilidad, su vitalidad, su capacidad de ver la vida, poco a poco sus sentidos se apagaban y recordaba, sin entenderlo bien, que hacia unos meses, del solo imaginar esa situación se ahogaba en un amargo llanto cada noche, su alma tan cercana a la de él (tal vez fueron parte de una sola en un remoto pasado), en sueños le habia advertido que el final estaba cerca y por eso cuando despertaba habian lagirmas es sus ojos.
La casa estaba tan fría, cada objeto inanimado se veía más humilde de lo habitual, la pobreza que en vida él supo disimular con alegrias, parecia resurgir con ferocidad, de cada rincón de la humilde casa aun en obra negra, como odia el olor a aromaticas, le recuerda los funerales, pero ahora ese olor provenia de su propia cocina y no hay duda, era por un funeral, que ironía, unos días antes en esa misma cocina habian hablado de que cansada estaba ella de esta vida sin oportunidades verdaderas para ellos y él la había animado diciendo que todo cambiaria, que él tenia muchos deseos de vivir y de recompensarla por todos los momentos dificiles.
Poco a poco fueron dejando el cementerio, solo quedo ella frente a la boveda, mirando ese nombre escrito, deseando remplazarlo por el suyo, ahora repetia esas últimas palabras que él escuchó de este mundo antes de perder la consciencia y que sin percatarce ella habia pronunciado, como una plegaria de su alma " no olvidez que te quiero... que todos te queremos" |