Hola papito. Esta es la primera vez que te escribo en toda mi vida. 27 años y dos meses y 18 días después de haber nacido me siento a escribirte algunas cositas. Quiero pedirte perdón por tenerte tan abandonado, por no hablarte tanto como podría, por no pensarte mas a menudo, por no rezarte sino de vez en cuando. Sabes que te quiero mucho (lo sabes, ¿verdad?) y que siempre le pido a Diosito que te cuide y te consienta, allá con todos tus amigos muertos. Me encantaría saber que haces en el cielo, quienes son tus mejores amigos. ¿Serán los mismos de aquí, de la vida? ¿O serán otros nuevos de después de la muerte? ¿Serán chéveres? ¡Ay papá! ¿No te habrás metido a evangélico, no???. También me gustaría saber que piensas, que sientes cuando me ves desde allá haciendo todas las locuras que hago, cometiendo todos los pecados que cometo ¿Te pones bravo? ¿O te ríes? Supongo que te debes reír, porque me imagino que la muerte debe enseñar mucho y llevas tanto tiempo por allá que ya debes ser súper sabio. Pero si te pones bravo quiero que empieces a trabajar en ello, porque tu hija loquita y todo disfruta mucho su vida, así, alegre.
Ay papito, que lindo sería recordarte, todos hablan tan bonito de ti que me da envidia no tener en mi cabeza, en mi memoria, esos recuerdos de los que ellos tan bellamente me hablan. Digo en mi mente porque yo si te recuerdo con el corazón. A pesar de que no puedo ubicar tu rostro, ni el tono de tu voz, ni tu carácter ni nada, sé que te recuerdo porque no se puede querer tanto a alguien solo porque si ¿No crees?. Échame la bendición papi. Amén. |