Aakthon, el demonio autodesterrado del infinito, había abandonado su castillo de esplendidas creaciones debido al dolor, agotamiento, y sufrimiento que demandaba cada una de sus obras, dejó de construir, apagó sus fuerzas, evidenció en su cuerpo las cicatrices y heridas, su aspecto se endureció, dejó de sonreír.

Deambuló por siglos con la mirada perdida, apagó la emoción y sutileza de sus ojos, y los reemplazó por esferas de hielo, las cuales al derretirse podían ocultar sus lágrimas….con paso tambaleante buscó un escondrijo oscuro y frío en el que permaneció tendido, se alimentó de pequeños insectos, y para saciar su sed bebió el propio sudor de sus convulsiones, su cuerpo se contaminó y debilitó, las heridas se tornaron evidentes…..la naturaleza de Aakthon, aunque agónico de muerte, le permitió conservar uno solo de sus poderes, ¡conservó su mente!, agudizó ese único don logrando con el, ver el exterior, no necesitaba salir de su pequeño escondrijo entre las rocas, ese don mantuvo su cuerpo lejos de la putrefacción, logró comunicarse con humanos y demonios sin verlos, logró captar su esencia con solo una impresión….pero abandonó su reino y su maravilloso castillo quedó inconcluso…..

Hubo un día, en que Aakthon envió un mensaje al mundo de los humanos., un ultimo mensaje codificado, en ese mensaje no se mostró, ocultó sus bellos ojos tras una negra espesura, y solo dibujó su lejana silueta, el mensaje decía: ¡Mírame!, solo quiero mostrarme ante ti, solo tu podrás verme, solo tu podrás sentirme….el mensaje que envío es solo para ti, no envío un mensaje a las masas, sino que a través de mi espíritu envío un grito decadente al infinito……su aniquilada humanidad se crispó, todos sus músculos se tensaron, sus ojos se abrieron al máximo dejando ver un ultimo fuego, y desde al rincón de rocas en que se agazapaba logró abrir sus labios y emitir un grito silencioso hacia el infinito…..ese grito desesperado fue el ultimo aliento del poderoso demonio, fue la entrega a un pesar de siglos de oscura y fría agonía……..

Antes de que los huesos de Aakthon se convirtieran en polvo, en el infinito se escuchó el grito silencioso de un demonio desterrado y herido de muerte…..las rosas de Askrizhal se orientaron en esa dirección, detuvieron el proceso de simbiosis con su amada reina, y la eterna Askrizal sintió el ahogo y sofocación de ver a su jardín perturbado……Askrizhal recibió el mensaje de las rosas, y se orientó de igual forma, se detuvo un segundo en su apasionada dedicación al jardín y soñó, sonó el ultimo grito de un demonio agónico, ¡vió el ultimo sueño de Aakthon!.......y pensó en el, logró captar su sonrisa primigenia, sintió su pretérita mirada en desuso y canalizó su energía, le ordenó a las rosas que se orientaran a esa débil luz, y que plagaran el infinito con su dulce aroma…..

Aakton, luego de su ultimo esfuerzo, cayó de bruces al suelo, estrelló su magullado rostro en el fango de su escondrijo, acogió una vez mas el sabor de la sangre, sintió desgarrar su carne por infames roedores……..pero segundos antes de abandonarse a la putrefacción, percibió un leve y gratificante aroma, sacudió su cabeza para comprenderlo, alzó sus brazos en señal de suplica por el retorno de sus poderes, y se arrastró a la entrada de la cueva tallada entre las rocas…….al encontrarse en la apertura de aquella prisión, retrocedió con temor, lo horrorizó la luz que por tanto tiempo abandonó, y tuvo que decidir, decidir entre la oscuridad y el frió de su prisión o la luz, colores, calor y aroma que lo guiaba….superó sus miedos y se entregó al aroma de las rosas….

Aakthon sintió que su ultimo sueño, encausado en un desesperado grito había sido escuchado, y tuvo la certeza de que su sueño se haría realidad, al salir de la cueva, los árboles lo recibieron, le regalaron su oxigeno y sombra para sanarlo…..

Askrizal, la eterna reina de las rosas, hermosa flor del infinito, percibió el espíritu de Aakthon, escuchó los pensamientos de aquel demonio, y en un susurro envío a la tierra sus pétalos de rojo intenso los cuales se posaron suavemente frente a Aakthon, este al verlos, se detuvo un momento a contemplar su maravilloso color, se inclinó trabajosamente para levantarlo con sus dedos, pudo así sentir la increíble suavidad y el dulce aroma de esos pétalos, y no pudo dejar de pensar en cuan hermosa sería la rosa de la cual provenían, caminó tras el rastro, se dejó inundar por el aroma, cada vez mas cercano e intenso…..¡pero sintió miedo y retrocedió!, en ese instante dejó caer los pétalos, lo inundó el oscuro recuerdo de siglos pasados y rechazó sin querer la dicha de los nuevos colores que jamás había conocido…

CONTINÚA.......