CONCLUSIÓN DE ALGO DE FÚTBOL
La pelota con tanta fuerza eludió al arquero, pero no pudo eludir al vertical derecho del arco. Nadie gritó, aún así todos quedaron con ese hueco de grito dado.
Quedó el consuelo de que el equipo de todas formas ganó. Con todo y durante la semana fue designado otro jugador para lanzar los penales. Algunos pensaron que era un castigo al nueve, pero él no lo entendió así y en los entrenamientos se le vio sonreír más seguido y con más ganas.
Texto agregado el 17-02-2006, y leído por 459
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Lectores Opinan
17-02-2006
Me gustó tu narrativa, pero el final y sobre todo la extraña división entre tus dos texos me cortaron el hilo. Saludos mosco
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