Cuanto tiempo esperando
el divino aliento de tu boca suave
cuanto tiempo clausurado en
el febril recuerdo de las caricias
prodigadas por tus blancas manos,
cuanto tiempo esperando
tus encabritados brios
para navegar contigo
al caer la tarde
bajo un cielo vestido de naranja,
cuanto tiempo esperando
que tus ojos claros
sean infinitos
para mi camino...
Texto agregado el 16-02-2006, y leído por 175
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