he pensado en tu aroma, en aquellos lugares donde recorrimos nuestra ausencia de querernos; hoy pasee por los mismos senderos donde desnudaste tu alma junto a la mía, donde descubri el amor y los besos suaves al amanecer.
Tu aroma aún recorre esa escalera vieja y marquita que nos acogió tantas veces cuando todavía eramos unos niños, cuando aún no decíamos te amo, cuando aún no descubriamos la maldad...
Te extraño, espero tu recuerdo en mi almohada cada noche, anhelo tu olor y calor cada día, pero debemos seguir caminos destintos y hace tantoa años que ya no estamos juntos que duele someter mis pensamientos al pasado pero es inevitable recordarte porque realmente te amé y me amaste como nunca lo hemos vuelto a hacer...
Se me vienen a mis poros tus fragancias, tu candor y tu sudor a mar marchito, se me aparecen tus ojos en cada reflejo de los míos, descubro que aún deseo verte, estamos ahora tan cerca pero tan lejos a la vez que es inevitable no buscarte, pero donde lo hago, quizás en las calles del centro de esta ciudad maldita, quizas en los horizontes de mi amargura donde sólo tú has llegado con tu cuerpo y tu alma...
Te confieso que he pertenecido a más hombres después de haberte perdido esa tarde del 14 de febrero, pero sólo contigo he compartido mi alma y creo que será para siempre, te siento cerca de mí como un vigilante, como un lobo asechante, pero no te temo porque deseo tu cacería, porque deseo reencontrarme contigo...
Algún día |