Te vas, me voy… más bien es cosa de dos,
nos esfumamos.

Sin apenas darnos cuenta
todo quedó difuminado ante nuestros ojos,
ambos deseos apagaron sus ansias de abrazarse.
Rematamos lo que no nos atrevimos a enfrentar.

Quedamos a la sombra de nuestras palabras
en el último destello de los sentimientos encontrados,
con el enigma de saber qué fue todo aquello
o, más bien, qué pudo haber sido.

Hablo en pasado, y escucho tu voz;
miro mis manos y viene a derretirme tu sonrisa.
¿Dónde estás? ¿Qué sucedió?
Todo se lo lleva la marea que lo trajo.

Mil rayos de vértigo nos separan
muchos son los reflejos que nos ocultan,
verdades a medias, suposiciones trazadas;
me cuestiono la certeza de esta espina.

Alguna vez fuimos cómplices
compañeros de torbellinos e ironías,
navegantes de carcajadas sin límite
sucesivos intentos de ladrones de besos.

Ahora ya no estoy
tú tampoco apareces.
Dos caras y una misma duda
dos vidas y muchos interrogantes.

Se esfuma la historia,
nosotros nos esfumamos.
No todo lo que reluce es real
ni todo lo imposible es incierto.