Las dudas silenciadas
se hicieron cómplices
del instante buscado
y que anhelamos ser.
Al fin los temores descansaron
para quedar afuera de los sueños,
un pensamiento se desliza por la piel
rozando los deseos,
reconociendo la esencia
de un tiempo que antes
conoció de realidad.

Recorrimos un camino de latidos,
descubriendo
más allá de las palabras
el segundo que fue magia
y se hizo invitación a sumergirme en ti,
abandonando las preguntas
superando las barreras
conociendo tus secretos
al beber de tu sudor.

Al fin mis manos plenas
de presencia que fue ofrenda a mis ganas.
El alma arrastrada entre gemidos
para respirar de ti alcanzando tu boca.
Sentimiento común
fue el instante en que ensayamos el modo
de volver a ser.
Ya no necesito soñar.