No puedo parar este combate tengo que ganar no voy a perder el cuello conservaré Nuestras hojas chocan se vuelven locas como nuestras almas en una lucha sin calma Te intentaré sesgar un brazo sin piedad. Noto tu parada contundente tu arma se me clava como un diente Caigo en la arena Por mi no sientes pena Te acercas a acabar a mi vida rematar Esto no te lo esperas Solo estaba fingiendo Ahora caerás de tu desdicha me estoy riendo Nos damos la mano como buenos hermanos. El entrenamiento ha acabado con un buen resultado.
Texto agregado el 14-02-2006, y leído por 268 visitantes. (1 voto)