el deseo de seguir viéndote a los ojos
fue más fuerte que las ganas de besarte.
era la mañana del nuevo año,
pero no tuvo nada de especial hasta que nos miramos.
vos me sostuviste cuando mi nariz tiñó todo de rojo.
te regalé los aromas de sándalo y manzana de esa mañana.
y aceptaste el cigarrillo que yo fumaba, aunque no fumás.
y reímos de la música,
y de los barrios en que crecimos,
y de cada nota en nuestras historias.
las notas que nos llevaron hasta esa mañana del nuevo año.
y me pregunto si todavía sentís mi olor,
y dónde te encontraré otra vez,
y cuándo voy a ver mis carcajadas en tus pupilas
y los besos contenidos liberándose.
Texto agregado el 14-02-2006, y leído por 136
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
24-03-2006
por eso cuando lo celebran en occidente digo que soy judío y cuando lo celebran los judíos digo que soy chino y cuando lo celebran los chinos digo que soy árabe y cuando lo celebran los árabes digo que no entiendo una palabra de lo que me hablan y me encierro... (la sutileza de tu texto es... TODO) Aristidemo
19-03-2006
excelentes dos primeros renglones... muy buen resto. creo que le falto un renglon final... cuentos_para_vos
23-02-2006
La sutileza con que dejas cada verso aprieta el argumento poco a poco, hasta que se descubre que no es año nuevo lo que importa, sino las sensaciones nuevas que se liberan. Es tan pausado el movimiento con que se mete el poema que uno termina preguntándose qué ha sucedido. omeros
14-02-2006
lo leo como un final bonito... está muy bien. Saludos! isusko
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