estoy chato con la nariz pegada a la ventana esperando que llegue algún viento está que vomita el cenicero los libros -quejándose de mi constante toqueteo- se largaron furiosos dejándome sólo con la nariz apoyada achatada en la ventana no sé qué hacer si masturbarme pensando en ella o recordarla de las dos formas la tengo en mi mente no pasa nada fuera de mi casa mi barrio es ahora una carretera.
Texto agregado el 13-02-2006, y leído por 120 visitantes. (3 votos)