no se puede atentar contra uno mismo no nos merecemos nada ni todo otra vez con la misma copa otra vez sin tu maldito rostro sin el crepùsculo en tu espalda sin tus uñas bajo mi piel no se puede contra el cuero mojado menos con el vicio de tratar de olvidar otra vez dejando rastros en las sombras de los pasillos peleando con tu espalda por falta de amor otra vez sin tu rostro que necesito que no miento que digo que eres la primera a la cual dejo llevar sin atrasos el cajòn donde guardo el corazòn.
Texto agregado el 12-02-2006, y leído por 110 visitantes. (1 voto)