Una luna liquida
disuelta en el mar
escurría entre el recuerdo
de los cielos.

Las ventanas abiertas
y los gritos del alma
desgarraban el tiempo...
y es que nunca vi unos ojos tan negros
mirando el azul.

A veces la luz pende de un hilo
casi invisible.
Nunca un ser tan frágil me hizo
llorar así...

Los demonios de mi interior
ya no danzan mas sobre la hoguera de cristal
parece que la vida se hace mas extraña cuando desaparezco
desintegrando el olvido...

Voy a dejar de escribir...
mas allá del rojo de las rosas
encontré un universo expandiéndose siempre
hasta allá, hasta el final.

Voy a dejar de llorar,
mis manos a veces encuentran las tuyas
y comulga el alma
se desvanece la razón...

Encima de esa fragilidad construiré
aquel mundo que siempre soñé
y los cristales no volverán a astillar
mas la oscuridad.

Poco a poco las líneas
dibujaran aquella flor sobre mis palmas
y en infinitos besos regresare,
escuchando el silencio de la noche
en tus ojos...