Contra la pared está el tiempo en unas hojas,
seguro de encontrarnos dispuestos después de tanto,
mientras mis rodillas tiemblan y mis manos te buscan,
con una te sujeto y con otra te desnudo presuroso,
me ayudas a encontrar el camino de tu cuerpo.

Testigo mudo se nos queda viendo el vidrio que se empaña,
mientras la ropa le tapa los ojos al suelo que nos mira,
contra esa pared que deja de ser fría tocando tu espalda,
porque por ahora me ayuda a retenerte y la dejo.

Contra la pared tu cuerpo se esconde del mío,
y yo me mimetizo en tu sudor cuando me condenso,
pero tu sombra no me permite devorarte por completo,
es cuando te dejo tocar el piso y libero mi mente del miedo de soltarte,
porque soy quien está contra la pared en este encuentro.