Ya no me amabas. Tan simple como eso. Te rogué mientras mis ojos llenos de lágrimas te veían partir.
Devastado pregunté por qué."Ya no puedes verme" dijiste...
Te veía siempre, casi todos los días, no entendía. Me regalaste tu mejor sonrisa mientras girabas al alejarte.

Lloraba y mientras bebía mis lágrimas veía (o creía ver) como desvanecías.
Hacía cuánto no te veía? Después de todo, y como siempre, tenías razón.

Comenzé a buscarte. Calle por calle, a buscar tu rostro, para poder verte... New York, Moscú, Tokio, Bruselas, Reykiavik, Montevideo... Ya no podía verte.

Ojalá hubiera sabido antes. Habría pedido ayuda e inspiración... Aún estaríamos juntos.

Finalmente en casa, me desplomé sobre el sillón. Desde ahí podía ver nuestra última fotografía juntos. Fue hace tanto... Ya no podía verte.

Desperté placidamenmte del sueño más terrorífico que había tenido en años, como si aquel horror me hubiera agradado o confortado de alguna manera.

A mi lado estabas, despierta, y mirando la lluvia caer. Mi respiración te avisó, te hizo voltear hacia mi y regalarme una sonrisa.

Te pregunté si me amabas. Me miraste con extrañeza y me dijiste que si. "Por supuesto que te amo".

Pero ya no importaba... Ya no podía verte.