Cuando llego a casa cansada de la rutina y del corre, corre del día
Encuentro unos angelitos que con sus sonrisas y su vocecita dulce hacen que aunque sea por un minuto olvide las cosas no muy buenas del día , y me limite a vivir ese instante en el que mis princesas o mis príncipes corren a la puerta a ver que he llegado y sin dudarlo se abalanzan sobre mí, me dan un beso, un abrazo y lo mejor del mundo su sonrisa, es muy bello ver que en sus rostros no hay ninguna preocupación, que sus vidas son tan tranquilas.

Estos pequeñines que con un simple ¡hola! Engrandecen mi alma, no alcanzan a imaginar cuanto disfruto estar con ellos, que cada vez que juego con ellos no lo hago por seguirles la corriente sino que juego y sonrío por que lo necesito.

Cuando ellos cansaditos se van a dormir en sus caritas de nuevo veo la tranquilidad y la fuerza para iniciar otro día, ellos saben que los amo se los digo cada vez que puedo y aunque en su pequeña cabecita no comprendan muy bien este raro sentimiento, estoy segura que con el pasar de los años su corazón sentirán todo el amor que siento por ellos y lo importantes que son para mí.

Este mensaje es para mis ángeles Steven, Jessica, Arley, Harol, Laura y Santiago (mis sobrinos).