el viejo abrigo
que pega patadas en el culo afeitado
como si aun fueramos divisiones
como si aun estuvieras vivo y pudieramos conversar
cada tragedia nos hundio en las burbujas de la coca cola
pides ayuda
te arrastras por paraisos de papel/ creyendote
tu propio sistema solar
pagar la deuda
hasta que el cuerpo esta arrugado y cansado
y yo estoy tan cansado
de ser tu lapiz/ lo unico que necesito es tranquilidad
no puedo embellecerte
no puedes mutilarme/ somos dos inviernos en pleno verano
el viejo hombre
con sus cigarrillos suaves y la corbata ahogandolo
con ojos de cigueña
con las manos de cirrosis/ el viejo puerto que me recuerda que existes y que esperas por mi
hace un año
todo era diferente/ el reloj es un sicario sangriento.
Texto agregado el 10-02-2006, y leído por 95
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Lectores Opinan
23-02-2006
¡Qué fuerza! Bastante tenso, el poema engarza verso a verso con mucho cuidado, de tal forma que su contundencia se acrecienta hasta el final. omeros
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