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El comienzo

Cerca de una aldea,una aldea repleta de árboles altos y robustos,adornada por flores blancas y el cantor de los pequeños pajaritos,se encontraba un sendero pardo que conducía a un bosque que más bien parecía un laberinto de hojas verdes y amarillas que le daban un toque mágico al lugar.Las personas que habitaban esa aldea conocían cada árbol,cada flor,cada hoja de dicho bosque mejor que su propia casa.
Sara corrió hacia el enorme sauce que se encontraba en medio del enorme bosque,se sentó apretando sus rodillas a su pecho de niña cofundida,creyó que eso le ayudaría a desahogarse,sus lágrimas recorrían su rostro blanco y suave,lleno de lodo,al igual que su vestido.No pudo evitar dar un grito de dolor y de vergüenza a la vez....Y de repente apareció Timy,su mejor amigo,ahogado por la carrera,le seguía de lejos ya que lo había visto todo y no pudo soportar ver a su Sara humillada y triste correr al fondo del bosque.
-Sara,por favor no llores.....-decía con su voz dulce y tierna que le salía casi sin aire.
-¡Les odio!-Gritó dolorida la pequeña,mientras se miraba su vestido nuevo,hecho harapos,sucio y roto,con sus mejillas mojadas de rabia...
-No te preocupes Sara,te acompañaré a tu casa y explicaré yo mismo a tu padre todo lo que ha pasado,vamos agárrate a mí que te ayudo a subir.
Sara cogió la mano de su amigo Timy y de un impulso se levantó de la arena.Miró hacia su "salvador" y le dedicó una sonrisa suspirando por todo lo ocurrido,luego levantó su mirada y le dijo:
-Gracias.
El sauce se quedó solo tras contemplar la escena entre dos niños que siempre jugaban en sus raíces con sus piedras de colores que ellos mismos pintaban,allí se encontraba su lugar de juegos desde que apenas sabían leer.
Timy acompañó a Sara a su casa,ambos descalzos,cuando de repente,la niña se paró,mirándole a los ojos le dijo:
-Timy,vayamos a nuestro árbol,se me ha olvidado algo...
El niño,no entendía bien lo que quería realmente,él sabía que no se olvidaba de nada,puesto que regresaban tal y como llegaron,sin nada más ni nada menos,pero aun así le hizo caso y retrocedió,entonces Sara le soltó de la mano y empezó a correr de nuevo hacia el sauce y Timy le siguió,pero andando,puesto que ya sabía el camino.
Sara llegó antes que su amigo Timy,y al llegar se quedó paralizada delante del gran árbol,contemplando sus ramas de hojas caídas.Una sonrisa le salió del alma sin querer al recordar la primera vez que fueron a ese lugar,un día jugando al escondite que se perdieron y pasaron allí toda la noche acurrucados de miedo y de frío.Menos mal que la gente de la aldea les encontraron allí dormidos,debajo de un montón de hojas que cayeron tapándolos y protegiéndoles de la humedad.
Timy le observó,creía que ella no estaba allí,estaba en otro mundo,con sus pensamientos.
-¿Me has traído aquí para algo?porque creo que no se te ha olvidado nada,a no ser que esté en lo alto de ese árbol,¿hola?.....
-Estás equivocado,se me olvidó darle las gracias a mi sauce por estar siempre ahí protegiendome...Además quería proponerte algo aquí....
-¿Algo?¿Y por qué aquí?
-Quiero que hagamos una promesa de eterna amistad uniendo nuestra sangre,te lo pido aquí porque este es nuestro sitio,desde que empezamos a ser amigos,nuestra primera aventura la pasamos aquí,este lugar es mágico...
Timy,algo confundido de aquellas palabras que salían de una niña repleta de imaginación y de dulzura,fué a buscar una rosa con espinas y se la llevó a la chica ilusionada por la propuesta.Arrancó una espina,tragó saliva,cerró los ojos y se pinchó haciéndose sangre en la yema del dedo,acto seguido,repitió la escena Sara,aunque más segura de lo que hacía,unieron sus dedos corazones y apretaron con fuerza...
-Prometo ser siempre tu amiga de sangre...vamos ahora tú!
-Prometo ser para siempre...tu amigo...de sangre....
Separaron sus dedos,Timy animado por su promesa extendió su mano entregádo a Sara la rosa roja,sonriendose mutuamente,se dieron un abrazo fuerte y se marcharon a la aldea saltando de la mano.El gran árbol sonrió suavemente al ver cómo los niños le regaban con dulzura natural.

Capitulo uno

Despues de un buen baño,Sara quedó como nueva.Su madre le peinó dándole tirones en su cabello largo y rubio,repleto de rizos naturales,que acariciaban su espalda blanca y aromatizada por el jabón que le regaló una tía de París con olor a rosas.
-¿Un día agetreado mi amor?
-Sí mamá,los chicos de la montaña se volvieron a meter conmigo y uno de ellos me empujó al charco de la fuente,cuando vine,estaba papá y Timy,que me acompañó se lo contó todo,¿donde estabas?
-Fuí a un recado de la abuelita,necesitaba unas medicinas para su problema de huesos,está enferma la pobre,desgraciadamente las personas no duran para siempre,hija...
-Mamá,yo no quisiera que tú te fueses nunca,moriría de pena...-Bajó su mirada hacia el suelo de madera que construyó su abuelo de joven,esa cabaña en la que creció su madre,y en la que se estaba creciendo ella.
Su madre,Blanca,tomó la barbilla de la niña con sus dedos y levantó su carita menuda...
-No pienses en eso mi vida,piensa en lo bonito de la vida.Te puedes llamar dichosa por tener a ese amigo tuyo que te quiere tanto,todos no disponemos de grandes amigos,espero que vuestra amistad dure para siempre...
-Sí,durará mamá,hemos hecho la promesa de sangre.Nuestro sauce fué testigo.
Blanca sonrió a su única hija y le dió un beso en la mejilla de esos que llegan al corazón.
Sara,ya vestida con su camisón,aún grande y peinada con una trenza que le llegaba a su cintura,se dirigió a su habitación y cogió la rosa que le regaló su amigo de sangre,la olió y la metió en una cajita de madera que le había construido su padre en su cumpleaños,ahí guardaba sus cosas secretas,sus recuerdos y su diario.
Mientras tanto Timy cenaba unas setas que le preparó su abuela con cariño.No tenía madre,falleció cuando él llegó a la vida,fué algo que su padre siempre le reprochó.Su casa humilde y adornada por recuerdos de la guerra que traía su padre,John,tenía las ventanas abiertas dejando pasar el fresco de la noche.
-¿Te gustan las setas que te he preparado,pequeño?
-Sí abuela,están de rechupete,gracias por prepararme estas comidas tan ricas,a no ser por tí,no sé que comería,creo que tendria que conformarme con frutos que yo mismo recogería del bosque...
-No seas así,pequeño,tu padre sólo es un poco raro,él te quiere,sólo que no soporta la idea de estar sin su Anna...
-Pero no me da ni tan siquiera un beso cuando regresa de su trabajo,y eso me entristece...
Nada más terminar la frase,la puerta se abrió de un golpe.Ya terminó su jornada de trabajo y había ido a la taberna de la aldea con los otros hombres que se ríen y bromean de su suerte mientras sujetan una jarra de cerveza en sus manos robustas.Cerró de un portazo,se quitó sus botas de caza,las dejó llenas de lodo encima del escalón de la entradita de la cabaña,se tambaleó,pero supo mantener el equilibrio,el alcohol no le dejaba tener los reflejos que tenía hacía unos años,entró a su habitación mirando con cara de desprecio al pequeño Timy y se tumbó en su cama a dormir.La abuela miró a su nieto asustado y triste y le llevó a su camita,le arropó y le dió un beso en la frente:
-Descansa cielito,que debes estar cansado.
-Buenas noches abuela,te quiero.
Rebeca salió de la habitación de Timy y se puso a hacer punto en su mecedora,sus arrugas en las mejillas reflejaban la alegria y su simpatía de su larga vida,que al igual que su nieto Timy vivió siendo una niña risueña,espabilada y con esa particular picardía que iban heredando de padres a hijos.
La ventana empezó a dar golpes contra la pared,el viento soplaba cada vez más fuerte,tiró el retrato que se encontraba en la mesilla del comedor,la imagen de Anna,la joven morena de ojos negros,se rompió por una esquina del marco,la abuela se levantó con un leve temblor en sus piernas flacas,cerró las ventanas y se agachó a recoger la foto de su hija.Mirándola con tristeza le acarició el rostro:
-Hija mía,no sabes cúanta falta le haces a tu hijito,protégelo desde el cielo,ojalá John perdone a tu hijo algún día y sean felices...
Susurró moviendo la cabeza de un lado a otro.Dejó su abufanda de lana,aún sin terminar en el sillón,rezó sus oraciones de siempre y se durmió en su cama vieja y gastada.


Capítulo dos

Habían pasado ya cinco años desde que prometieron en el gran árbol ser amigos para siempre,y todo iba de maravilla.Timy tenía ya quince años y Sara catorce.Estaban en edad aún jovial pero aun así eran chicos despiertos y maduros.El cabello de Sara seguía siendo esa melena rubia de rizos,recogido con una cola puesta con esmero por ella misma,sus vestidos de joven aldeana,de tonos pastel,estaban adornados siempre por un pequeño delantal en el que guardaba siempre sus golosinas y algunas flores que iba recogiendo por el bosque algunas tardes que paseaba junto a su Timy.Su figura era esbelta y su tez blanca como la nieve del las montañas y sus ojos parecían dos esmeraldas.El jovenTimy mantenía su pelo igual que si el de un niño se tratara,despeinado y de media melena,que al contrario de Sara,su pelo era negro como el carbón,sus ojos negros y grandes se pronunciaban en su cara de niño pillo,solía ir vestido con unos pantalones marrones de punto y por camisas siempre abiertas y de cuadros,mostrando su pecho juvenil,su figura representaba a un joven fuerte y sano,su piel era morena y adornada por pequeños tatuajes que se hacía con el néctar de plantas silvestres.
-Buenas tardes Señora Blanca,¿se encuentra Sara en casa?
-Hola Timy,buenas tardes,pasa y siéntate que está peinándose en su recámara,ya mismo sale.Si me permites voy a preparar unas pastas para mi madre,que está en cama y desea que vaya a verle.
Timy se sentó en una silla vieja de madera.Pasó sentado un rato,y al ver que Sara tardaba,se levantó y se dirigió a su habitación para preguntarle que si le quedaba mucho.El pasillo estrecho de la casa estaba decorado por pieles y cuadros de animales salvajes.Su padre era cazador y traía a su hija las mejores pieles para que en el frío invierno se pudiese resguardar de la húmeda noche.En las colinas donde se encontraba la aldea el tiempo era caluroso en verano y muy frío en invierno y cuando nevaba el bosque se vestía de blanco,sus árboles parecían helados de nata en los que se protegían los ruiseñores y las ardillas.
Cuando llegó a la habitación de su amiga,encontró que no se encontaba allí,extrañado pasó hacia adentro y miró si estaba en el pequeño balcón que se encontraba al final de su cuarto,cuando dió un paso,salió Sara por las cortinas blancas.Parecía salir de un sueño,con un vestido blanco con trasparencias y su cabello suelto le tocaba su cara,mantenía un peine entre sus manos y andaba descalza,como cuando eran niños.Al verle allí,paralizado,Sara dió un respingo,luego le miró y se rió a carcajadas:
-Pero bueno,pareces un fantasma,¿qué haces aquí?No te esperaba.creí que vendrías más tarde,dijiste que iríamos a nuestro sauce a contar historias de miedo...
Timy no reaccionó,hacía tiempo que no veía a su Sara con el pelo suelto al viento,nunca se había fijado en sus pies,tan hermosos,se estremeció al notar su cuerpo,que se trasparentaba debajo de su camisón pasó unos segundos observándole,pero al fin reaccionó y le devolvió la sonrisa:
-Si,crei que estabas peinándote,tu madre me dijo que....
-Bueno dejémonos de chacharas y esperame que ahora mismo salgo,¿vale?
Timy,aún sonrojado salió de allí y se volvió a dirigir al salón.Allí se quedó pensando en eso que sintió al ver a su Sara tan bonita y hermosa,¿acaso nunca se había dado cuenta de la belleza de su amiga?.Se quedó pensativo y dijo para sí mismo:
-(Dios mío,¿cómo puedo pensar en esas cosas de mi mejor amiga?No puede ser,ha debido ser un lapsus de locura.Jamás se me ocurriría pensar ni siquiera en darle un beso de amor,esto no puede ser amor),bah! ¿porqué pienso tantas tonterías?.....
-¡Lista!podemos irnos,vamos coge tu bolsa de la merienda y vámonos.
Los dos adolescentes se fueron al gran sauce,su árbol.Sara sacó su manzana de la bolsa bordada por su abuela,Timy,sacó unas uvas y una pieza de pan que le metió Rebeca para merendar.Sara se sentó cerca de su amigo y le ofreció un trozo de manzana,roja y brillante,pero él se negó con la cabeza.El árbol notó que el chico había cambiado,lo notaba diferente,su mirada era tímida y se perdía en sus ramas.Sara,ajena a la situación de su Timy,le dijo:
-Hey! ¿Como te ha ido el día hoy?
-Pues normal aunque siento que algo me angustia,y no sé que és...
-Debe ser el cambio del tiempo,pues a mi me ha pasado algo hoy,que no dudaré en contártelo,hoy en clase se acercó Mike y estubo diciéndome unas cosas... Imagínate,me dijo que mi pelo le fascinaba y que era una joven muy hermosa,¿qué te parece?
-Vaya,pues creo que le gustas,si quieres lo averiguo...
Volvió a mirar hacia la copa del árbol,y deseó que nunca se lo hubiese contado,deseó que no pretendiese llevarse a su Sara de su lado,sabía que si ella se cruzaba algún dia con el amor,ya todo cambiaría.Una hoja cayó en la trenza de Sara,y como un toque de mágico polen invadió sus pensamientos:
-Para nada,-dijo Sara-No me interesa saber nada de él,mis pensamientos se centran en mis estudios y en mi porvenir.
Timy sonrió y sus dedos acariciaron una raiz que sobresalía del árbol.

Capítulo tres

El sol se escondía entre los árboles del bosque,y se hacía de noche,los chicos aún seguían allí hablando de sus alegrías y de sus penas,Timy se preocupaba por su padre,que cada día estaba peor,la bebida se apoderaba de sus pensamientos y no le daba la oportunidad de solucionar nada con él.A Sara le preocupaba el estado de su abuela,cada día estaba peor,y nada podía solucionar su problema.
-Tenemos que irnos ya,se está haciendo muy tarde,y mi abuela se preocupa.-Dijo Timy interrumpiendo el silencio de la noche.
-De acuerdo,vamos,me gustaría escribir un poco en mi diario,sin duda anotaré que un fantasma invadió mi habitación,jejeje.
Timy ya no se acordaba de esa situación que le hizo pensar tanto,y una sonrisa se dibujó en su cara.Marcharon hacia la aldea,Sara iba delante de Timy,y éste miró hacia atrás,oyó un ruido,quizás era el crujido de las ramas,o las pequeñas ardillas que corretean por las copas de los árboles,siguió andando,y de repente una oscura sombra cubrió la parte lateral del chico,la sombra iba agrandando poco a poco,y éste asustado pidió a Sara que se parase un momento.Se volvió a mirar qué pasaba,y al mirar hacia el gran sauce,notó que algo movía las hojas del suelo,el sonido se hizo más constante,se acercó lentamente y cuando estaba al borde del tronco,salió una aterradora bestia de dientes afilados que rugía poniéndose de pie,no era un tigre,ni un oso,no sé era como si hubiese salido de debajo de la tierra.Sus garras estaban repletas de uñas largas como cuchillas,de pelo oscuro,ojos redondos y fauces mojadas de agua sucia.Los chicos muy asustados se abrazaron,pensaron que ese sería su fin,pero como un rayo,la bestia se acercó a Sara y de un arañazo arrancó su larga trenza rubia y se fué dejando en el suelo una palabra grabada por su propia pezuña,la palabra "egoísta",ella no entendía nada,ni él tampoco,pensó en un momento en su deseo,entonces fué hacia el árbol llorando de rabia y le gritó:
-¿Has sido tú,no?¿porqué?No soy egoísta,¡solo es amor!
La joven,sorprendida,sin entender muy bien lo que pasaba,se acercó a su joven amigo y dándole un abrazo fuerte le dijo:
-Tranquilo,por favor,largémonos de aquí,no se que es lo que pretendes,pero ya hablamos más tranquilos.
Timy no pudo contener un suspiro y no podía dejar de llorar.mientras tanta Sara sin su larga melena,le cogía de la mano y le tranquilizaba acariciando su pelo.
Al llegar a la aldea nadie creía lo que contaron,los aldeanos decían que las criaturas extrañas solo existían en los cuentos y en las leyendas. Al día siguiente,todos miraban a la joven por debajo del hombro susurrando cosas como:"vaya ahí va esa lunática de pelo corto",ó"mirad esa es la que dice haber visto una bestia",a pesar de las hablidurías ella no hacía caso a nadie y seguía su camino.Esa historia se le olvidó a los aldeanos cuando pasó un tiempo y los jóvenes siguieron viviendo sus vidas tan tranquilos,ellos estaban allí y sabían que todo era cierto.Juntos pasaron el tiempo intentando olvidar lo ocurrido,con ayuda de risas y de cariño,ese cariño que cada día se hacía más especial.

Capítulo cuatro

La mañana estaba reluciente,era un día primaveral lleno de alegría y de luz.Sara abrió la ventana respirando aire puro y fresco.Sus cortinas se ondulaban formando olas blancas,entró a su habitación,cogió su ropa planchada que su madre le había dejado encima de la cama.Con mucho cuidado se metió dentro del vestido amarillo y blanco,se dirigió a su tocador y cepilló su corto cabello mirándose al espejo y se colocó un lazo quitándose el pelo de la cara,luego se quedó frente al espejo,y como si de un sueño se tratara,el espejo empezó a ponerse nubloso,mezclando el azul,el gris y el morado,Sara estaba como imnotizada frente a la imagen borrosa aún,un sauce,su sauce apareció de repente al lado de una cruz,un corazón y flores,muchas flores.La joven de un sobresalto,cerró sus ojos y cuando volvió a mirar al espejo,la imagen había desaparecido.
-¡Vaya!,qué habrá sido eso,he debido de quedarme dormida,pero,qué extraño...el sauce,la cruz,y todos esos símbolos,¿qué significarán?...
Después de recapacitar un poco, se fué a la fuente de la plazuela,se acercó al agua y dió un sorbo al agua fresca que venía directamente del río.Paseando por la aldea,se cruzó con Rebeca que llevaba unos paquetes de verdura fresca para la casa.
-¡Hola jovenzuela!¿Cómo te vá todo?
-Muy bien,iba para su casa,a buscar a Timy,por si quería acompañarme al bosque,es el tiempo de las flores y me gusta ver cómo se visten los árboles de colores,y se bañan con el sol.
-Pues debe haberse adelantado,porque ya hace un rato que se marchó y aún no ha regresado.
-Gracias por la información señora,iré a darle el encuentro,hasta luego,¡que le vaya todo bien Rebeca!
-Adiós hija,adios y tened cuidado.
La joven Sara entró en el bosque,todo era maravilloso,el color de la primavera ya llegó y todo parecía salido de un cuadro de fantasía.Todos los árboles eran hermosos,pero el gran sauce era el más bello de todos,su verdor resplandecía a lo lejos,estaba realmente iluminado,y debajo de él,el joven Timy yacía sentado con un gran ramo de flores silvestres de colores.Sara se acercó sin hacer ruido y sin mediar palabra,a medida que se acercaba notaba como su pecho latía cada vez más acelerado.Recordó lo que les había pasado hacía nos días y empezaron a temblarle las manos.Timy oyó sus pasos y se volvió lentamente,no esperaba la presencia de su Sara,se había peinado con gracia y esmero,su cara estaba limpia y sus ojos brillaban más que nunca.Se había vestido elegantemente con un pantalón azul y se había abrochado una camisa blanca.Ella le miró sorprendida,nunca le había visto así de remendado,no podía creer lo que veían sus ojos,el niño que un día se acurrucó alli debajo,el niño que le consolaba cuando estaba triste y ese que siempre jugaba ahí junto a ella,se había convertido en un hombrecito guapo,elegante y atractivo.Se sonrojó,se acercó a él y le dijo:
-Hola Timy,te andaba buscando,ví a tu abuela y me dijo que estarias....
-Toma.
Timy extendió su mano derecha,e igual que hacía unos años cuando le regaló la rosa de la amistad,ahora le daba un enorme ramo de colores que él mismo había preparado.Lajoven se quedó paralizada y se puso las manos en el pecho suspirando,se quedó encandilada por esas flores que a ella tanto le gustaban.
-Son para tí,porque....porque...
-¿Por qué te has molestado?
-Porque te quiero.
Sara atónita por esa frase,se puso seria de pronto,pero sonrió luego nerviosa y se dió la vuelta avergonzada.
-Vaya,yo...no sé qué decir...esto es tan...sorprendente...
-No digas nada,sólo dime si sientes lo mismo que yo,porque es muy difícil esto de declararte mi amor,pero anoche soñé con nuestro sauce,en realidad no sé si era un sueño,solo sé que vine aqui a pensar un poco y cuando me dí cuenta,me encontraba frente a él contándole lo que me pasaba,entonces me habló,sí,me habló,y me dijo que antes de desearte para mí egoístamente,sin decírtelo,te contara todo lo que siento,que él nos protegerá...
La joven se volvió a Timy y le miró a los ojos...
-La verdad es que me he quedado sin palabras,pero creo que sé que pretendes,deseas que seamos más que amigos...y yo un día me prometí a mí misma que eso nunca ocurriría,no puedo...
-Pero,¿porqué?si juntos somos felices y estamos juntos en lo malo y en lo bueno,si siempre que necesitamos el uno del otro estamos dispuestos a ayudarnos,si una sonrisa tuya hace nacer una mía...
-Eso no es amor,amor significa dos personas que se atraen,dos miradas que se cruzan y hace subir al cielo,dos manos que al unirse produce un cosquilleo en la tripa...
-Amor,¿qué sabes tú lo que es el amor?,el amor no se puede describir tan fácilmente...lo que yo siento es amor,cuando me miras me sonrojo,cuando me tocas me estremezco,vivo en el limbo cuando estás a mi lado...
-Pero yo no siento todo eso tan hermoso que tú sientes,lo siento,pero en ese caso no podemos seguir siendo amigos-dijo Sara bajando su mirada,dos lágrimas cayeron por el rostro de la joven-el amor y la amistad no hacen buenas migas,no podría estar a tu lado pensando en todo lo que sientes por mí,vete,no quiero volver a ser tu amiga...
Timy sintió que el mundo se derrumbó encima suyo,no podía creer lo que estaba oyendo,Sara,su Sara le echaba de alli sin darle explicación alguna,rompió su promesa que hicieron unos años atrás,la mirada de la joven a la que amaba se volvió negra,cerró sus puños,sopló aire fuertemente por su nariz,negó con la cabeza y se marchó sin mediar palabra alguna.
La joven se quedo llorando frente al sauce,su Timy ya no era suyo,su amistad se rompió,se acabó tal y como anunció la cruz que vió frente a su espejo,las flores que le habia regalado se esparcieron por el suelo,muchas flores,el amor derrumbó su amistad y también derrumbó a dos jóvenes ilusionados que se encontraban debajo de un sauce,su sauce.Lentamente se agachó,cogió una flor morada,una gris y otra azul,las apretó contra su pecho y allí se quedo desconsolada,sin la persona que siempre estaba allí para consolarle,sintió un gran vacío,lloró y lloró,y nadie le ofrecía un hombro para secar sus lágrimas negras.El sauce desenrolló una de sus ramas y suavemente acarició su cabello,sus hojas caídas bajaron para protegerla de la pena,pero ella sentía romperse por dentro.

Capítulo cinco

Timy hacía sus maletas,se iba a la ciudad,no pudo soportar la idea de quedarse allí en la aldea viendo a la joven que le rompió el corazón,no le dió explicaciones a nadie,pero Rebeca notó que algo le ocurría a su nieto,que de un día para otro se le apagó ese brillo que tenía en su mirada,ya no sonreía,no tenía ilusión por nada de lo que hacía.
-Mi pequeño,¿porqué quieres marcharte a la casa de tus tías que casi ni conoces?La ciudad es aburrida,y allí no estará tu amiga Sara...
-Sara no es mi amiga,es una hipócrita,nunca más será mi amiga...-Un nudo se apoderó de su garganta-No quiero hablar abuela,perdoname...
Sin más que añadir cogió sus pertenencias,que eran escasas,y se dirigió al bosque.Al llegar allí,se paró delante del sauce,habló con él como si de una persona se tratara:
-Hola amigo sauce,vengo a despedirme de tí,tú has significado mucho para mí,por eso vengo a decirte que cuides de ella.No sé cuando regresaré,pero de todas maneras gracias,gracias por ser especial,es como si formaras parte de mi interior...Adiós.
El sauce sacudió sus ramas provocando así que sus hojas danzaran en forma de negación,indudablemente su sauce no quería que se fuese,pero Timy se dió la vuelta y se fué dejando allí su diario metido entre medio de unas raíces.
El tren estaba esperando a que subiesen los pasajeros,mientras que Timy corría para no llegar tarde,su abuela le preparó unas judías con migas y arroz para que no pasase hambre.John le vigilaba de lejos,su conciencia no le dejó quedarse en casa pensando en su hijo.Timy se dió cuenta de que su padre estaba allí,se hizo el tonto,le miró de reojo,sonrió,un aire de emoción le llenó el pecho.
-¡Vamos señores pasajeros,el tren parte ya!
La voz de aviso hizo que el padre del muchacho se acercara,se miraron sin saber qué hacer,y un abrazo rompió el silencio y la insertidumbre.
-Hijo,cuídate,vuelve pronto...Perdóname...
-Adiós papá,traeré una escopeta nueva para que puedas cazar las mejores presas...
Corriendo se montó a bordo del tren que le elejaría de su pasado,de sus problemas,de su Sara.A medida que se iba alejando,él se iba poniendo más melancólico,recordando todo lo que había vivido allí en su aldea,con su gente,su abuela Rebeca,penó también en el bosque y en el gran árbol,en las flores que un día cortó que cortaron su amistad.Todo parecía encantado,la aldea,el bosque,las flores,el sauce.Pero todo quedó atrás y ya nada le preocuparía tanto a distancia,o eso pensaba.
Blanca preparó la mesa,era la hora de comer ,estaban todos,menos Sara,que se pasaba horas y horas en su habitación llorando y dándole vueltas a la cabeza.No sabía que el muchacho al que rechazó con tanta frialdad se estaba marchando lejos de allí.
-¡Sara,a comer!
La joven no tenía apetito,la angustia de no tener a Timy a su lado le hizo un nudo en el estómago y no le dejaba engullir ni una miga de pan.Salió de su habitación y se dirigió al comedor,miro al fondo y todo parecía inmenso sin Timy,no tenía fuerzas en sus piernas,le faltaba el aire y sentia que todo le daba vueltas.Como un alma en pena se acercó a la mesa pero antes de llegar se desvaneció y cayó al suelo.Su padre se levantó de un salto de su silla y ayudó a la muchacha a levantarse.Con cuidado la llevó a la cama y la tumbó,le dió unas sacudidas en la cara y Sara abrió los ojos espantada y gritó:
-¡¡Timy!!¿Dónde está?Timy....
Rompió a llorar y abrazó a su padre.En su mente presentía que algo estaba ocurriendo,Timy se alejaba y Sara notaba su ausencia dentro de ella.
Timy intentó dormir un poco a pesar del incómodo sillón de ese tren viejo y el ruido del crujido de las vías,pero no podía,no paraba de darle vueltas a su cabeza de qué estaría haciendo en esos momentos Sara,pensó en ella todo el viaje,y una voz interrumpió sus pensamientos:
-¿Puedo sentarme?
Timy miró a su lado,un muchacho refinado y de buen aspecto esperaba su respuesta mirándole con unas lentes que le daban un toque intelectual,sostenía un maletín en la mano izquierda de piel.Todo apuntaba que se trataba de un universitario.
-Claro,siéntese,no es molestia.
-Por favor no me trates de usted,puedes tutearme,mi nombre es Mike...-el joven extendió su mano en modo de presentación.
-Me llamo Timy,mucho gusto.-Respondió estrechándole su mano derecha.
-¿Sueles coger el tren con mucha frecuencia?
-Pues no,es la primera vez que lo hago,imagino que tú lo cogerás más a menudo.
-Sí,suelo venir todos los fines de semana,estudio en la Universidad allá en la ciudad y vengo a visitar a la familia de vez en cuando.
-Vaya,¿qué estudias?
-Pues me gustaria llegar a ser algún día doctor,así que estudio medicina.¿Y tú?
-Yo no estudio,tuve que trabajar desde pequeño y el trabajo no me lo permitía.Me gustaría llegar a ser alguien,como profesor,abogado,no sé,tener un buen oficio.
-Pues aún eres joven y estás a tiempo.
-A eso voy,para ver si puedo mejorar mi futuro...
Los dos muchachos estuvieron charlando todo el viaje hasta hacerse amigos.Cuando se paró el tren,Mike acompañó a Timy a la dirección que éste buscaba,le enseñó donde se encontraba la plaza,el mercado,los centros de estudio y otros lugares de intrés.Al ponerse el sol,se despidieron y cada uno tomó su rumbo.

Capítulo seis

Los primeros rayos del sol entraban por la ventana,los ruiseñores cantaban al nuevo amanecer y la brisa de la mañana acariciaba su cara.La joven yacía sentada en su balcón,su mirada andaba por las nubes,Blanca le observaba con tristeza,no sabía como decirselo,dió unos pasos hacia ella y su voz hizo que la joven diese un sobresalto:
-Sara,buenos días.
-Buenos días.
-He visto a Rebeca,y me ha sorprendido lo que me dijo...
-¿Qué te dijo?
-Timy...
Sara abrió los ojos de par en par mientras con su dedo índice se rizaba el cabello.
-Se ha marchado a la ciudad...
-Me da igual lo que haga Timy,no quiero saber nada más de él-soltó el mechón que sostenía en su dedo y se levantó de su mecedora,se metió en su habitación y se vistió.
Blanca se dirigió a la cocina a prepararle el desayuno a su hija.Estaba preocupada,todos lo estaban,no entendían que fué lo que pasó entre ellos.
Trás desayunar,la chica fué bosque adentro,desde hacía una semana,no sonreía,parecía como si la alegría que le caracterizaba se hubiese esfumado.Andó durante mucho tiempo por el bosque,cruzó el río,pasó por todos los árboles y en cada uno de ellos escribió el nombre de Timy con una piedra afilada.Cuando se cansó de tanto caminar,fué a visitar al sauce,que parecía haber perdido su resplandor.Al poner la piedra sobre el tronco del gran árbol,su madera se iluminó con un rayo ultravioleta que le deslumbró en sus ojos verdes,la letra T resplandecía ante ella,no se sabe como,pero la inicial se agrandó poco a poco hasta que se agrietó y salieron de ella flores,muchas flores.Entonces Sara notó que su corazón latía y latía,y un murmullo,como si el sauce estubiese hablándole al oído,le dijo:
-Le amas y te negaste ante mí,le has dejado marchar,pero volverá....volverá Sara,volverá.....
La voz susurrante se fué alejando y la joven sorprendida,se quedó mirando un rato al sauce,sin saber realmente el porqué,sintió la necesidad de darle un abrazo.Sus brazos quedaron inmóviles rodeando parte del árbol,su mejilla rozaba la madera más no le dolían sus astillas que se le clavaban en su rostro.Su piel se convirtió en madera,su pelo creció de nuevo y sus ojos se cerraron.Quedó dormida en un largo sueño,esperando a que él regresara.
Todos le buscaron,Blanca,Henry,Rebeca e incluso John.Nadie supo nada de ella.
Timy,tras pasar dos años estudiando,junto a su amigo Mike,que le ayudó a encontrar unos buenos estudios,encontró un buen trabajo como repartidor de paquetes.No se olvidó jamás de su Sara y estaba ajeno a todo lo que había ocurrido,nunca le pudieron decir que su Sara había desaparecido,todos temían encontrar algun día su cuerpo sin vida en el río,o en algún lugas del bosque.
Un día Timy decidió ir a visitar a su familia,se había recuperado de su tristeza y Mike le animó a que fuese a la aldea.No podía creer que estubiese haciendo las maletas para regresar,como hacía unos años atrás para marcharse a olvidar sus penas.Todo estaba en orden,sus maletas y sus pensamientos.Pensó en ir a bucar a su Sara para reconciliarse y olvidar lo que pasó entre los dos.
-¡Ya estoy en casa!
Su padre salió a darle un abrazo a su hijo,le dió la binvenida y le ayudó a deshacer las maletas.
-¿Y la abuela?
-Está en la cama,un resfriado de mil demonios se apoderó de ella hace unas semanas y no le deja respirar bien...
-Voy a verle.
John parecía otra persona,no tenía barba y tampoco olía a alcohol,era el padre que nunca tuvo,atento y limpio.
-Abuela...
Rebeca dormía,pero al oir la voz de Timy abrió los ojos,sonrió emocionada,su nieto le dió un beso en la frente y le abrazó fuertemente.
-Mi niño...qué grande estás,y qué guapo,siento no poder haberte recibido como debiese,pero la edad hijo,no perdona.
-No te preocupes abuela,verás que bien te sienta un vasito de leche con miel que te prepararé,yo te cuidaré,como tú lo hacías siempre conmigo.
Timy le preparó un vaso de leche y miel con ternura,la vida le había dado la vuelta,ahora era él que cuidaba a su abuela.

El reencuentro

Se colocó sus zapatos nuevos,su ropa limpia y se peinó como un verdadero señorito,sin duda la ciudad le había enseñado modales e ir a la moda de aquellos tiempos.Lo primero que quería hacer era dirigirse al sauce para recoger su diario.Se encaminó hacia allá,no pudo evitar emocionarse al pisar aquel bosque que tanto le había hecho sentir,su olor le recordó su infancia,su color verde y amarillo que veía desde pequeño,sus árboles.Observó u nombre escrito en uno de ellos,se acercó y con la yema del dedo acarició la corteza,un hilo de aire pasó por sus pies formando un camino qu le condució al mismo que recorrió Sara antes de quedarse dormida.Finalmente llegó al sauce,y una figura de madera sobresalía del tronco,la figura de Sara yacía abrazada al gran árbol como una estatua de madera,inmóvil.Timy se quedó mirándola sin entender muy bien lo que veían sus ojos,acercó su mano,suavemente acarició el cabello de Sara,largo y áspero.Como si de un sueño se tratara,la figura empezó a romperse por una capa que le cubría,de ahí apareció un suave y rubio cabello rubio de rizos,su piel se hizo suave como el cristal,y lentamente la joven se separó del sauce,despertó de ese sueño,ese sueño que se convirtió en una larga espera,la espera de su amado.Se deslizó hasta el suelo lleno de flores silvestres y abrió los ojos parpadeando dos veces,al alzar la mirada,observó a Timy mirándole atónito aún de lo que sucedía,sin dudarlo un segundo se levantó y abrazó fuertemente al chico,él le abrazó como nunca y le miró a los ojos:
-Sara...
-Shh...No digas nada,te quiero.
Sara agarró con ternura la cara de Timy y sin más le dió un beso.El sauce recobró su resplandor,y una lluvia de flores bañó los cuerpos de los dos jóvenes enamorados,y allí pusieron sus iniciales,que se puede leer hasta el día de hoy.Al llegar a la aldea,todos se sorprendieron al ver a Sara viva y tan hermosa.Juntos emprendieron una vida juntos y tuvieron muchos hijos,con los que acostumbraban a ir todas las tardes al sauce a jugar.Dicen que el sauce,el día de las flores,dibuja en su tronco el rostro de los dos enamorados y que si una pareja pide un deseo,la magia del gran árbol se lo concederá,siempre y cuando su amor sea verdadero.

Texto agregado el 10-02-2006, y leído por 193 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
04-10-2010 encantador: un sueño efímero en el poeta que hay en cada uno un latir eterno en la mortal humanidad. estupor
02-10-2010 Lo tuyo si es los cuentos, entoces ya entiendo porque a mi me llaman poetadedicapoesias y a ti linda cuentera. Jajajajja. besotes muy bueno tu cuento, me encanta los personajes.*** luciernagasonambula
12-06-2009 Muy bien, mi gusta la escrita. parabéns... naves
10-02-2006 esta muy bueno.. joshep
 
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