Años despues de ese dia de marzo, pude encontrar al fin el oro. Por bastante tiempo lo tuve en mis manos,
tan acostumbrado e el que con el uso perdió su brillo y belleza, mas no perdia su valor.
Caminando, en un aparador ví una joya resplandeciente, fue tal la fascinacion
producida por el embrujo del objeto, que no hacia otra cosa mas que pensar en tenerla entre mis manos.
Poco a poco fui olvidando mi pieza de oro que tenia y me decidí a comprar en aquella tienda, la joya por la
cual deliraba, al principio costo trabajo, pero la obtuve.
Para mi mala suerte caí en una trampa, esa joya la cual resplandecia al comprarla, resulto ser falsa y sin valor,
di todo a cambio de nada, lo mas por lo menos, puesto que solo aprovechaba el rayo dde luz que caia sobre ella produciendo tal efecto. Queriendo rescatar lo unico bueno que de verdad tenia, ´fué demasiado tarde, mi oro, a pesar de pulirlo, jamas volio a ser el mismo, ya no brillo por si mismo, su brillo se habia perdido para siempre, y todo gracias a mi...
Hoy dia, aún busco la manera de regresarlo a su estado original, he tratado todo lo que conozco, y aunque
a veces logro lucirlo cual aquellos dias de antaño, en realidad perdio su chispa, ya no luce igual junto a mi.
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