Oscuridad inconsciente que estalla
a la dualidad de misterios hermanados.
Vida,
la muda gesta de sarmientos
que se ramifican con ecos de epifanía,
lo inmemorial talla con destreza
al silente pez cristalino,
nado sincrónico en la estirpe de las especies
y al fulgor de una mágica chispa
comienza a dibujarse el hombre,
un submarino ser opalescente
que se anida en el tibio océano
conformado de algas, de mieles e ilusiones.
Dulces arrullos y promesas ondean
hacia sus oídos inacabados,
Amnios, octavo océano
subdividido en innumerables senos,
mar ingrávido que cautela
a su único y privilegiado habitante
y en la antesala del desembarco
el túnel acuoso lo despide
circundado de flores purpurinas,
un remolino fugaz lo envuelve
en su manto color esmeralda,
las compuertas se franquean,
una luz ciega los ojos virginales
dolor insustancial que ensucia lo trascendente
gas azul que se inflama en los pulmones
llanto desgarrador que es un augurio
de sucesos, de fulgores, de éxtasis y ocasos
epigrama simple de este collar de ilusiones
en que se van ensartando una a una sus cuentas/jornadas
hasta que el último aliento las llame a retirada…