de las profundidades del alma emergen dos serpientes de inmensas espirales... una de ellas te aprisiona lentamente por el cuello mientras la otra te penetra el estomago con la sangre en los ojos, te canta dsgarradamente alguna pena del pasado, poco a poco tus entrañas salen por tu gris y repugnante boca, el corazòn le pide tiempo a las serpientes "su muerte tambièn debe dolernos, hazla lenta" el orgullo te fotografia la miseria a flor de fluidos, mi lengua te recorre, imita a una antigua lagrima, creo que es obvio pero decirtelo me mata un poco, necesito herirte, te juro que te odio, ojala un dìa, el dìa de tu muerte pienses en mi, veras que ni soledad te amparara, nisiquiera mereces lo peor, todo lo maligno se avergUenza de tu indeseable ser.