Es raro, cuando te pones a pensar en la vida de pareja, por mi parte yo siempre di por hecho que te casas, tienes hijos y eres feliz, pero ¿Qué pasa si no es asi?...
Ella era joven, hermosa, maximo 20 años, tez blanca como marfil, ojos verdes y un peculiar cabello que oscilaba entre lo café y lo rojo, dependiendo de la hora de sol, no era muy alta, pero su candidez y la ternura de sus ojos hacian que hasta el hombre mas severo le brillaran los ojos de emocion.
El, un poco mayor 38 años, hombre cabal, bueno de sentimientos, gallardo, porque si que lo era y como todo buen hombre de su edad, muy formal y responsable, y soltero era feliz.
Solo que sucede que al llegar a cierto punto de su vida todos sus amigos comenzaron a contraer nupcias, y ya fuera que este ya se caso, o que tal ya esta comprometido, o simplemente hasta el menos agraciado del grupo ya tenia por fin una novia, asi que lo comenzo pensar.
La conocio una tarde de lunes, un dia raro para una cita, pero la realidad es que nisiquiera se habian quedado de ver.
Lo que sucedió entonces ya fue mera obra del destino, el trabajaba cerca de un cafecito, al que asistia puntualmente todos los lunes, cuando se quedaba de ver con algunos amigos, y ella solo paso por ahí despues de un dia de arduo trabajo, solo por un café para llevar.
El la miro en cuando entro, pequeña, timida y bella, y quedo cautivado a tal punto que le estuvieron hablando para tomar su orden y este no contesto, solo se limito a sali corriendo cuando a la chica le dieron su café.
Frida ese era su nombre y el se las ingenio para chocar de forma “accidental” y tirar el café, solo para poder invitarle otro, y de ahí no me pregunten como pero el romance surgio.
Como era de esperarse, se hicieron novios y se casaron, dando por hecho como todos que ahí es el fin del cuento de adas, pero la realidad es tan diferente.
Lo que pasa es que el en verdad no la conocia, por ser ella tan chica a comparación de el.
Ella cumplia como tierna mujercita todos y cada uno de los caprichos de su marido, y asi se fue perdiendo a ella misma, solo para convertirse en la señora de...
A todo esto el se llama Fernando y al principio le divertia mucho que su mujercita fuera asi, el solia decir “La hice a mi semejanza, como debe ser una buena esposa” vaya tremendo error no?
Si la amaba, nadie podia negar eso, se casaron tan enamorados, pero el astio y la rutina acaban con cualquier amor.
Llegaron los hijos, y una vez mas ella asumio su papel, dedicada a su hogar y sus hijos y a dejar la vida correr.
Pasaron los años, la verdad ya ni recuerdo cuantos, pero pasan y una vida que no tiene lo que se espera nunca va a llegar a satisfacerse y que aburrido debe ser que siempre te den la razón.
Un dia ya despues de mucho pensarlo Fernando se decidio, iva a terminar con Frida de una vez. Llego muy decidido a la casa y encontro las luces apagadas, raro, porque Frida deberia estar en la puerta como todos los dias, muy raro.
Entro en la casa, y la encontro ahí, en el sillon pálida y tremula, con los ojos llorosos y entonces pregunto “ Y ahora que te pasa”
Ella solo se limito a entregarle un sobre amarillo, (Hacia tiempo que la veia mas delgada) y un poco desconcertado lo abrio.
El sobre contenia unas hojas llenas de numeros y palabras que no entendia y al final, lo que si estaba claro era “ENFERMEDAD DEGENERATIVA E INCURABLE, ESTADO DESAUCIADO”.
No supo que decir, Frida se acerco a el y le dijo “Si no fuera por tu apoyo, yo me moriria, eres lo unico que tengo en el mundo”.
¡Vaya, eso fue como un balde de agua fria! El, que estaba dispuesto a irse, ahora se veia atado a aquella mujer por la que ya no sentia ni el mas minimo amor, pero no podia dejar.
Se desespero, lloro, suplico a Dios que le diera una respuesta pero todo fue en balde, y despues llego la resignación y de ahí, a dejar la vida correr, ahora era su turno.
De vez en cuando ella le decia, “¿Por qué eres tan bueno?” y el solo contestaba “Por que tengo que amarte” ella, naturalmente no lo entendia y hasta el dia que dejo este mundo se fue con la idea en su cabeza de que Fernando la amaba.
No se que piensen, pero yo creo que algunas veces hay que tener tanto valor para irse como para quedarse, y aveces si es valido aquello de “Tener que amar”
|