Y me mantengo ocupado, amoroso, indeciso y retraido de tu imagen, porque encuentro en cada cosa una razón para no amarte, están esas ganas locas de besarte como hambriento de tí, y esa razón que me impide devorarte toda, por eso no me acerco demasiado a tí.
No tengo tiempo para el amor porque te voy pensando demasiado tan sólo al verte, y se me hincha el cerebro y se me botan las venas de las manos y la sien que no dejas descansar, no tengo tiempo de amarte, no me puedo dar el lujo de adorarte y claudicar, de cejar en el intento de mantenerme prudentemente racional y estoico, ante tu imagen deliciosa.
No tengo tiempo de enamorarme demasiado, y estar lleno de amor enamorado, es casi siempre demasiado estar vulnerable y entregado al otro, y se pierde mucho, pero no hay mucho que quiera ganar, si por perderte me alejo un poco, para dejarte respirar.
No tengo tiempo de llorar, de sentirme destrozado, de nuevamente levantarme y empezar, la construcción de mis sueños rotos, cristalizados en tu forma de amar, por ello sólo te miro a la distancia de un abrazo, que nunca estuvo tan lejos de poderse dar, porque mi pudencia y mi racionalidad, son aún más fuertes y ciegas que mis ganas de hacerte mía, y no te pueda ya dejar.
Definitivamente debes ayudarme, mi suplica te requiere, porque no tengo tiempo para el amor, pero estoy enamorado y no te puedo olvidar; no me mires simplemente como alguien loco y diferente, quiero ser correspondido y dormir en tu calor, pero esto se torna más complejo cuando empiezas a dolerme y no sabes que aquí estoy. |