Un espacio vacío con paredes que me encierran. Con las manos y los pies haciendo fuerza para sostenerme, siento que voy descendiendo de a poco, siento una brisa que pasa por mis pies, la siento en las rodillas, en la cintura, en mis manos, en mi pelo. Estoy cayendo centímetro a centímetro. Busco donde poder sostenerme para no caer. La pared es lisa, no hay en donde pueda apoyarme y sigo cayendo. Inclino la cabeza, miro hacia arriba, añorando llegar a ese punto. Veo verdes, amarillos, celestes y hago fuerza y empiezo lentamente a subir. Un pie, luego el otro y las manos después, y me siento mas alto aunque no tengo como medir. Y lo vuelvo a hacer y vuelvo a sentirme más alto y me contagio de la sensación para darle fuerzas a mi cuerpo para seguir subiendo. Y caigo, me resbalo. Quizás caí más de lo que había subido, pero tengo que volver a intentarlo, tengo que seguir subiendo. Inclino la cabeza, miro hacia abajo, esperando no llegar a ese punto. Veo grises, negros y hago fuerza y empiezo lentamente a subir. Y se agotan. Necesito un hueco en la pared para poder sostenerme, para poder recuperarme. Perdí la cuenta del tiempo. Cuanto hace que estoy en esta posición, con esta actitud. Y la nada es infinita cuando miro hacia abajo y el todo es infinito cuando miro para arriba pero caigo e intento evitarlo.
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