El Bohemio
Sos la Mirada perdida en el paraíso desnudo,
para ti no cabe el tiempo en una moneda
¿Por qué te empeñas en hacer reír
a las niñas que viven dentro de esa hoguera?
Bohemio, explíqueme usted ¿por qué
los dos hemos de vivir desencantados?
¿Por qué perdí el mundo
si lo tenía en las manos?
La mirada ya no me alcanza
aun siento las piedras en mi zapato.
Bohemio, austero y romántico
que patina sobre las calles de verano,
hundiendo botes y saltando para rescatarlos,
hoy eres un héroe y mañana un extraño,
te has cansado ya de lo mundano,
no te culpo, hacerlo es clásico.
Mas, ¿cómo acomodarlo entre las garras
de la necesidad?
el aire no puede ser nuestro eterno auspicio,
dígamelos usted porque el precipicio
me tiende sus más llanas redes.
Bohemios, sin embargo, no pudieron ser
los sagaces héroes de nuestra época,
¿para qué pensar tanto entonces
si al final de cuentas,
mientras pensamos,
alguien más realiza nuestras hazañas
y se las acuña íntimamente en el vientre de una tierra?
Me tengo que ir,
se acaba este tiempo que entre mis manos parece infértil,
mi amorosa madre me espera con la mesa servida
y yo con la mirada caída
no le puedo responder a su sonrisa.
Por último quiero pedirle un favor,
augúrame una vida sin tantos tormentos,
encomiéndame a los ángeles de la voluntad y la constancia
para que guíen mi camino,
libéreme de esta dependencia hostil
que le tengo a la inspiración,
señor bohemio, muy pronto vendré a invitarle una copa.
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