Regálame la risa de tus ojos, la tenue luz de tu sonrisa y el milagro de tu nombre en mi boca.
Regálame la humedad de tus besos, el tibio manto de tu abrazo y el mar embravecido de tu cuerpo junto al mío.
Regálame el amanecer de tus pasiones el espejo frágil de tus lluvias, y tu inocencia hecha mujer con mis caricias.
Regálame tu amor y deja que venga la noche.
Texto agregado el 22-11-2003, y leído por 438
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