Sentencia de muerte
Mi mundo está cambiando, se ha tornado doloroso,
Las fuerzas me abandonan, estoy triste y temeroso,
Mis momentos son oscuros, solitarios, temblorosos,
Sufro de melancolía, ando siempre sudoroso.
Creía ser invencible, dueño de la eternidad.
“el mundo me pertenece”, lo pensaba de verdad
Pronto aparecen dolores, “talvez sean por la edad”,
Pero eran las señales, de una mortal enfermedad.
Me ofrecieron remedios, para cambiar mi destino,
Con quimio y radioterapia, acabar al asesino,
¿Aguantaré los dolores, de este mal tan dañino?
Pero ya lo he decidido, tomaré otro camino.
No quiero esos brebajes ni tomar medicamentos,
Quiero ser muy valiente, aunque no tenga argumentos,
Importan mis decisiones, sin dudas ni arrepentimiento,
Espero que nunca llegue, el doloroso momento,
Mi dolor se profundiza, se está escapando mi vida,
Estoy en un laberinto, y no encuentro la salida,
Surgen más complicaciones, se van abriendo las heridas,
El tiempo no pasa en vano, se acerca mi despedida.
Mi cara se ve cenicienta, mi cuerpo se va hinchando,
Ya no puedo comer, me estoy adelgazando,
La muerte está a mi lado, conmigo va caminando,
Muy pronto me iré de viaje y me está acompañando,
Hoy siento tantos dolores, se va acabando mi suerte,
Se me terminan las fuerzas, que quedo casi inconsciente,
ya no aguanto esta miseria, quisiera ser más valiente
Se han terminado mis sueños, estoy condenado a muerte.
Gabriel Santiago Carrasco
SAN BERNARDO, FEBRERO 2006 (modificado el 1 de mayo de 2016)
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