Ve como se van las sombras, como corren cuando me abrazas, como la soledad se disuelve en zigzag en la oscuridad y como la tristeza poco a poco apaga el azul.

Las flores amarillas trataban de decirme algo en un idioma extraño que no entendía, de fondo el eco del viento con miedo cantaba esa canción que me hace llorar, y el cielo paciente al borde de la ventana me enseñaba a leer los mapas para llegar a Dios.

Tal vez en la otra vida encuentre mi razón, tal ves cuando llegue de regreso a mi mundo comprenda la lección que la vida me intenta enseñar... y entonces hablare del mar, de mi mirada cuando se ausentaba en la nada buscando tus manos, cuando buscaba entre las paredes tu voz danzando en ese tono que da la ausencia extraviada, entre el fuego de las velas encontré la fascinación de la cera consumiéndose... la alquimia influía en la filosofía convirtiéndola en poesía.

Y mi mente perdida en un lugar entre el infinito y el infierno buscaba la soledad queriendo descansar, regresar... olvidar por un instante aquellos sueños de metal donde mi alma liquida mezclada con fuego se evaporaba desde tu interior...