Estoy estudiando en casa. A esta altura, nombrarla así no me suena tan absurdo como cuando hace tiempo pensaba en este lugar y me atemorizaba nombrarlo. Nuestra casa. Nuestros pactos y nuestros sueños. Si hoy miro atrás, apenas puedo ver el miedo como un fantasma que se aleja. Hace tres meses que no lloro. Ni una lágrima.
El paso de los días fue formando una figura entera de dos personas que caminan juntas. Me miro, te miro, miro a nuestro alrededor y me parece un milagro. Te escucho hablar y todavía me sorprendo.
Te agradezco una vez más. Me agradezco una vez más la paciencia y el tesón que puse en esto. Recuerdo como lejanos los días de apretar los dientes e intentar seguir adelante. Los recuerdo apenas como un borrón y recuerdo también que vos decías que a la larga solo se conservan los buenos momentos. Mi corazón guarda cada una de tus sonrisas y cada uno de los momentos que vivimos ...pero a partir de acá todo es nuevo y a estrenar...absolutamente todo....