No podría hacer otra cosa más que escribir
Estas pequeñas palabras
Acusando mi fervor para
Aplacar tu depresión


Porque ya no existe nada
Más desgarrador
Que tu voz cantándole a tus nietos.

Y el porqué de tus lágrimas
Se hacen veneno
Cada vez que te miro a los ojos,
Y los veo derramar
Mis ojos, mis sentidos
Mi soledad junto a ti
Porque no te Puedo ofrecer nada
Más que la impotente presencia de mi sombra...

... Y tu regazo...
Aun caliente de dolor
Aun ardiendo de crisis de amor
Esperando en la puerta...

A ver si alguien llega a apagar la tenue luz
Que cobija nuestra nostalgia.


Si Mañanas en Sueño
Algún Día Dirás que Siempre
Te Quisimos Mamá




Grisáceo invierno del 2002. Juan José Sandoval Zapata. Lima-Perú.