Le dije que no quería verlo más; que su mirada ya no provocaba nada en mí; que me había dado cuenta de todo; que no compartiría lo monstruoso de su mente; que era poco hombre; y que ya no lo amaba. Después me di media vuelta, para seguir durmiendo en esa inmensa cama solitaria...
Texto agregado el 21-11-2003, y leído por 340
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Lectores Opinan
24-11-2003
mmmm anita de mi corazon..que recuerdos tristes y dolorosos me trajo tu escrito esta vez...pero te perdono...porque eres una genia!
piquitos de chocolate gaviotapatagonica
21-11-2003
¡Que belleza triste, que tisteza bella!
La soledad es un enorme monstruo que va rotando su cara.
Un abrazo. francisco sacanueces
21-11-2003
Esto es lo que se llama en mi tierra un cuento con recado...
¡Vale! Besitos Ana. mac