(Insipirado en la película argentina "Ana y los otros")

Ana, es una mina de 20 y pico, ponele hasta 32 y está bastante buena, se va a Paraná, pero no se sabe muy bien para qué. Cuando llega, se compra un diario y ve la foto de un ex y se le ocurre empezar a buscarlo.

Mientras lo hace, se va encontrando con amigas y amigos del secundario, todos hechos bolsa, gordos, casados, con crios. A partir de las profundas conversaciones que mantiene con ellos, nos vamos enterando de que Ana pertenece a una logia masónica secreta que interviene en la historia del mundo. Fue enviada a Paraná porque sus habitantes están siendo controlados mentalmente por unos extraterrestres (eso explica su actuación un tanto mecánica), que quieren tomar control de las los ríos para abastecerse de agua potable. (sí, son extraterrestres que consumen agua potable).

Si bien se le había encomendado esa misión, cuando ve la foto del muchacho este, se olvida y se va para el vecino pueblo de Victoria, porque parece que el tipo vive ahí. En el pintoresco pueblo, se encuentra con un simpático ejemplar de niño de pueblo entrerriano que juega al futbol y toca batucadas y la trata de vieja y le dice cosas graciosas desde su inocencia de niño de pueblo entrerriano que juega al futbol y toca batucadas.

Pero mientras tanto, por el Río Paraná, viene bajando una lancha, no con un piojo con un hachazo en el ojo sino con un tipo todo musculoso vestido con ropas militares. Los alarmas de los aliens se activan y el jefe de ellos golpea el tablero de comando de su nave "¡Malditos americanos, es Jhony Commando!¡El agua argentina es nuestra, no nos la quitarán!"
Así que aprieta un botón y todos los habitantes de Paraná se dirigen en masa a atacar la lancha de Jhony Commando, con los brazos hacia adelante y los ojos desorbitados y dicendo "cerebros, queremos cerebros". Jhony Commando dispara su ametralladora al grito de "mueran, malditos amarillos".

Ahí la película se corta y aparecen los títulos. Un tipo se levanta de la butaca y protesta: "eh vieja... ¿que pasó? ¿cómo termina el asunto?". Ahí nomás se cortan los títulos y aparece Tony Kamo con un péndulo: "Todos están bajo mi poder, ahora todos usteden saldrán de la sala y recomendarán esta película, deberán decir que es muy buena, si alguien les dice no les parecó tan buena, mencionen las buenas críticas, los premios europeos y el cine emergente, luego deberán dirigirse a la ciudad de Paraná en espera de instrucciones".

Así que salen todos del cine y empiezan a recomendar la película al primero que se les cruza. Entonces todo el mundo acude a las salas de cine para verla. De esta manera los extraterrestres consiguen mas zombies para enviarlos con los ojos desorbitados y las brazos hacia adelante para que Jhony Commando los siga matando al grito de "mueran malditos amarillos". El río Paraná se tiñe de rojo y unas palomas blancas cruzan la escena.

La película se corta de nuevo. Empiezan a pasar los títulos. Otro que se levanta. "Esteeee...! ¿Y que pasó con Ana?" Se cortan los títulos y está Ana paseando en un auto, luego de un largo recorrido en donde se aprecian las callecitas de tierra, las casas deprimentes y los negocios precarios, (y los zombies llegados de todas partes del mundo que se dirigen al rio) llega hasta lo de una bruja que vive en un edificio llamado el Rulero Maldito. La hechicera le cura el empacho con una cinta roja, y le cose una estampita de San la Muerte bajo la piel del hombro derecho(para hacerla innmortal).

Luego de hacer un par de averiguaciones con el I ching, las runas y los buzios (es una curandera del interior que no desprecia las nuevas técnicas) le revela a Ana que para vencer a los extraterrestres deberá convocar a los espíritus del antiguo cementerio guarani sobre el que se edifica la ciudad. Pero para ello deberá luchar a muerte contra el "dueño" del Rulero Maldito (interpretado por Federico Luppi), quien la espera en el último piso. Pero antes deberá vencer a los maestros de las artes marciales que custodian cada nivel, demostrando la superioridad del Tae-bo.

Pero ahí se corta la película de nuevo. Ya nadie tiene ganas de preguntar nada, por las dudas.Así que nos vamos en silencio. Pero sentimos muchísimas ganas de recomendar la película a cualquiera que se nos cruce y de viajar urgente a la ciudad de Paraná.