Duermes cándida en las esquinas inconclusas...
veo tu sangre que fluye y palpita
....que viene, se agita....
se esconde y explota.
Gimes y rebotas....en la ausencia de las manos...
tumbas los gritos de cuentagotas.
No quiero que despiertes....
y transportas tu sangre tibia en las dunas de sobre cama...
los vitrales trizados...y las curvas que te aman
tomo tus manos inconscientes
y delineo todas las coyunturas a mi lado
sonrío....danzas en pequeño...y me sonrojo...
arrugada esta la cita cumplida en la mesita.
No despiertes
No te sueltes
no sufras en el rechinar que me compartes.
Como el vigía, tiemblo de miedo extraño...
y siento el vacío
lluevo en silencio...viendo el desierto florecido...
mi lagrima no es sangre por presencia...
viene...me precipita.
Y tu palpitas... te agitas y caliente explotas con el olvido residual del sueño matutino.
No, no quiero que despiertes...
Acomodo mi espalda para que murmures mi nombre de alarmas y no recuerdo.
Así... las lagrimas se vuelven sángrimas
y te agotas
te diluyes
pronto estarás aquí y te irás
no despiertes
yo palpito mi miedo
exploto en el sigilo…
lluevo sángrimas aquel día
no te sueltes...te murmuro
no te dejes
regada en tus ausencias de vigilia