En penumbra, estoy en penumbra pensando, pensándote, pensando en esta situación estúpida que nos moviliza y a la vez ni sé si existe y tiene futuro.
Me senté en la penumbra y mientras miro aparecer la luna de acero por la ventana y las estrellas titilar incansablemente, como cada vez que se asoman en este punto austral donde vivo, bueno en realidad creo que no solo aquí titilan, lo hacen en cualquier cielo, de cualquier lugar del mundo, cae un estrella fugaz y tan estúpidamente como cuando era niña pido un deseo, si estúpido deseo que sé que jamás se cumple aún poniendo todas las ganas y todas las fuerzas, es que a mi no se me ha cumplido uno solo que yo recuerde, y sigo sintiéndome estúpida, uy creo que es redundante la palabra estupidez, pero es la palabra justa, es como me siento, y como siento la situación, en fin que suene como suene, alguien seguramente me dirá, cambia esa palabra por un sinónimo, y le diré vete al demonio, esa palabra me gusta, esa palabra define como me siento, y como siento lo que me rodea, y lo que estoy viviendo.
Te decía que estoy en la penumbra del living, mirando por la ventana, eso ya te lo dije, ¿será redundante repetirlo?, que carajo puede importarme si lo es, quiero decirlo así, y recordarte que estoy en la penumbra y ya, miro el cielo, azul noche, ¿que color es ese?, debe ser otra estupidez humana, no conozco el azul noche, no lo distingo, en fin dejémoslo ahí, que importa que sea azul noche, azul celeste, o negro, me importan un bledo esos colores, es cielo azul o negro estrellado con una terrible luna que penetra por la ventana y se recuesta en mi sillón, pareciera romper la penumbra, pero no, no la rompe porque la penumbra esta en mi alma mas que en la habitación.
Del equipo surge la voz de Javier Solís, con viejos boleros lacrimógenos, de esos que me gustan y de vez en cuando me pintan una lágrima, que tarada, llorar por un bolero, por una cursi letra de un bolero, que anacronismo, escuchar boleros en esta época de rock, salsa, havy metal, rap y no se cuanta música moderna que pulula por ahí, de echo si no fuera por que baje de internet e Javier Solís, no podría escucharlo, no lo pasan por las radios, esta como quien dice fuera de onda, de moda que se yo, ¿será por lo cursi?, tal vez, yo digo que es porque ¿quién quiere pintarse una lágrima mientras escucha música?, o identificarse con esas letras tontas de desengaños, infidelidad, abandono, dolor, soledad, porque poco nos identificamos con las de amor, que son menos por cierto que de las otras.
Bueno te decía Javier Solís esta cantando Amor perdido, y esta sí que me arranca una lágrima, no sé siempre lo hizo, ¿será por que siempre sentí mi amor como perdido? no lo sé, me provoca angustia, desolación, quiero que ya termine, que ya no cante, que se calle, podría apagar el equipo, pero no tengo fuerzas para levantarme, para apagarlo, me digo ya terminara.
La luna esta sentada a mi lado, la miro, le pregunto si es feliz, si se hace cuestionamientos, si se siente segura, si alguna vez llora, si alguna vez se siente tan estúpida como yo, creo que me mira con piedad y guarda silencio. En fin es solo una luna, fría, tan fría como el acero,¿porque debería sentir como yo?, bueno porque es mujer, por eso debería y me juraría a mi misma que siente como yo y que Javier Solís le arranca una lágrima de hielo gris en este momento, de echo creo ver la lágrima rodar por su rostro, y siento que ya con eso me ha respondido, pero le sigo preguntando, ¿te sientes tan estúpida como yo?, no me responde, esta acongojada, no le salen palabras me digo, y me quedo con la certeza de que si, de que se siente tan estúpida como yo, tan sola como yo, tan idiotamente enamorada de una ilusión que cada día se hace mas dolorosa porque nunca parece hacerse realidad.
Te decía que te pensaba, creo que al comenzar dije eso, estoy en la penumbra pensándote, bueno siempre lo hago aun cuando este en el patio tendiendo la ropa debajo del sol mas esplendoroso, pero ahora lo hago aquí, en la soledad de mi living, mientras miro el cielo cubierto de estrellas y con una luna que envidiaría el mas romántico de los poetas para poder cantarle, y que afortunada soy, aquí esta sentada llorando conmigo, mientras escuchamos un viejo bolero lacrimógeno, ¿que idiotas somos no?, le digo mientras la miro y paso mi mano por su rostro, es raro no la siento fría, solo su rostro húmedo, quiero secar sus lágrimas, sería fácil con apagar el estúpido equipo, pero no lo haré, me sentiré más sola si no escucho aunque mas no sea la voz de Javier Solis.
Javier, que loco es esto, se llama como vos, y vos ni siquiera tenías en un tiempo voz, y hoy que la tenes no puedo escucharte, no suena el maldito teléfono, ni apareces en los mail, ni estas en ninguna parte, solo aquí en mi corazón, en mi mente martilleándome el alma con tu nombre, con tu presencia, con tu misterio, ese que embarga mi alma, y entonces te pienso y pienso y te amo estúpidamente, porque no se si existís o solo sos una fábula creada por esta soledad que me esta matando, ¿soledad?, de que soledad estoy hablando si esta la luna aquí a mi lado acompañándome, no, mejor dicho nos estamos acompañando, llorando como dos tontas por una ilusión.
Pero a quien se le ocurre enamorarse de un misterioso hombre que existe detrás de un monitor a cientos de kilómetros, bueno, en realidad a quien se le ocurre enamorarse estúpidamente de una fantasía que ni siquiera tiene un rostro, solo una voz que de tanto en tanto aparece fugazmente, como para mantener el misterio, y luego la espera.
Y te decía estoy en la penumbra mirando la noche, y la luna a mi lado sigue llorando lágrimas de hielo gris, le pregunto por quien llora, quien le pinta esas lágrimas tan parecidas a las mías, y no contesta, entonces apago la voz de Javier Solís, y las dos dejamos de llorar.

Anngiels simplemente mujer.